La historia empieza como empiezan todas, chico conoce chica, hay conexión, empiezan a salir, fetén.
El problema fue mío, quizás lo digo ahora que esta todavía quemándome, pero lo veo y las señales estaban ahí, haciendo la ola.
A la semana de salir lo tenía metido siempre en casa, prácticamente vivía conmigo. Yo vivía sola en un piso de la capital donde trabajábamos los dos y él a unos 30 min en coche. Fue muy fácil convencerme: “así te ayudo con los gastos, estamos más tiempo juntos, lo tenemos tan claro… verdad? Verdad que me quieres?” “Claro mi amor…” y empezó mi pesadilla.
Siempre estaba agobiado por algo: “tengo una mala racha, todo me pasa a mí, mi expareja era una cabrona que me jodió la vida, mi familia no me apoya, el trabajo me consume, menos mal que te tengo a ti. De hecho somos tan parecidos! Fíjate, aquí sola… y tu familia? Cuando está? Sólo cuando te necesita.”
“Casémonos! Si nos va perfecto! Precipitado? Tu no lo tienes claro? Qué pasa? No me quieres? Y a ti? Quién te va a querer? Tampoco eres para tanto… total una monilla cerca de los treinta.. digamos que nos casamos, AHORA.”
“No, ahora mi objetivo de vida es tener un hijo, eres la madre de mis hijos; cari, una nena, seamos felices, nos lo merecemos, hagámoslo, demuéstrame que me quieres! No me quieres? A la mierda con todo! Te dejo, yo que confiaba en ti, y mira cómo me fallas, a mi! Que te lo he dado todo desde el minuto uno!!”
Por supuesto me quedé embarazada, horrorosamente rápido, tuvimos que posponer fecha de boda, en el periodo de mi embarazo, perdí a un ser muy querido en un accidente y mis padres se separaron. Aprovechó como una hiena cada una de las oportunidades para seguir anulándome como persona, aislándome de mi gente querida, depender de él.
Nos mudamos a una casa con proyecto de reformar, nunca se llegó a hacer nada, pues él apenas entraba dinero y mi sueldo íntegro se nos iba en gastos del día a día. Luego poco a poco también fue cogiendo de mis ahorros que tanto me costó sumar, al ser autónomo e ir pillado, a veces tenía que hacer frente yo a sus deudas.
“Vaya, te has quedado flácida desde que has parido, apenas tienes tetas, y mira que arrugas! Estás hecha una vieja”
“No hagas el ridículo poniéndote escotes y faldas cortas, ahora eres madre! Ya no sabes cómo llamar la atención”
Durante un año me amenazó tantas veces con dejarlo que ni lo recuerdo, si algo no era de su agrado se cerraba en banda y me enviaba a la mierda, me ninguneaba, me gritaba… amenazaba con llevarse a la niña, con quitarse la vida… yo sólo quería ser feliz, que mi hija fuese feliz, que él estuviese feliz… y cedía cada vez más y más terreno.
Contra todo pronostico llega el día de la boda, bonito día para qué mentir… mi sonrisa era real? No lo se, todavía tenía su whatsapp de hacía 48 horas que quería anular la boda porque no le quería lo suficiente, no recuerdo en qué tuve que ceder esa vez.
“Vayamos a por el segundo, te quiero tanto… estás tan guapa embarazada… además, de tu anterior embarazo no pudiste disfrutar… yo quiero tener hijos”
Otra vez embarazada, los niños se llevarían apenas dos años. Él, días enteros fuera de casa por su trabajo que no le salía a cuenta. Yo, cada vez más agobiada, los gastos, la casa, el trabajo, los niños.. día tras día, no pedía ayuda, quién me la iba a dar? Si mi familia no se preocupa!
-Por favor cariño, deja éste trabajo, no nos vemos! Estas estresado desde que te conozco! No puedo más, estoy sola todo el día con los peques y me va muy grande.
No lo hizo.
Ya no perdono tan a la ligera sus rebotes por lo que cada vez intentaba llegar un poco mas lejos.
La semilla de la duda se iba regando poco a poco y desperté con dos hijos y un cabrón por marido.
Esto me pasa por tonta, por no plantarme a la primera, anda lo que me hubiese ahorrado!! Pero en qué lio estoy metida!
Cómo le voy a dejar? Si soy lo único que tiene! Y los niños? Y todo lo que hemos luchado? Para nada? Uff. Ay mi angel del cielo dame una señal:
El estrés y su mala cabeza hizo que le diera un ictus.
Nos damos otra oportunidad como pareja, cambiamos de vida radical: dejo el trabajo de mi vida, el vende su parte de la empresa, cogemos los peques y los bártulos y nos vamos al pueblo de mi infancia.
Al principio estaba muy bien, hizo colegas enseguida, se adaptó al trabajo que mi padre nos dio para los dos, nos instalamos en casa de mi madre.. pero pronto empezó con las suyas, y ya me tocaban directamente a la familia y lo veía desde el punto de vista neutral.
-Por qué le pegas esa contestación a mi madre? No se lo merece sólo ha hecho un comentario.
-Cuidar de los niños no es gritarles todo el santísimo día, si se pelean entretenlos de otra manera. Y no, la tablet con la peppa pig otra vez no.
-Hace falta criticar a todo quisqui? No llevas aquí ni tres meses y te vas a quedar sin amigos!
La última fue de órdago, en un mismo día mandó a la mierda a mi madre y a mi hermana, y a los tres días se enfrentó a la pareja de mi madre, casi llega a las manos, y con los niños delante.
-Se acabó, por aquí no paso, tienes un maldito problema psicológico.
“Tu si que tienes un problema, mira tia sabes qué? Se acabó, dile a tu padre que me prepare los papeles, que me largo y me llevo a los niños”
-Por supuesto que se acabó, mañana mismo se lo digo y los niños se quedan aquí de momento…
“Eres una zorra, nunca me has querido, lo he hecho todo por ti, todo! Y así me lo pagas? Lo tiras por la borda?”
Discusión eterna, al final cada uno duerme por su cuenta..
Ay mi angel del cielo, de verdad dame una señal, qué hago! Cambiará?
Al día siguiente se intentó suicidar.
Por supuesto para llamar la atención, para que cediese y reculase… para tener otra vez la bola en su campo…
Pero yo sólo podía pensar en todo el daño que me había hecho todos estos años, en cómo me había ido chantajeando para conseguir su objetivo, en como me había enviado el whatsapp despidiéndose sabiendo que iría a buscarle para detenerlo. Mal nacido mal nacido mal nacido…
Como llamé a emergencias llegó la guardia civil y se activó el protocolo por lo que tuvieron que ingresar hasta que lo valorase un psiquiatra. Mientras esperábamos a que lo ingresasen, tan pronto me mandaba a la mierda como me pedía otra oportunidad, le miraba y solo quería largarme de ahí, estar con mis peques, abrazarles y prometerles que su madre nunca más les volverá a fallar.
Desde que puse la demanda de divorcio han pasado casi dos años, por fin tenemos juicio, porque por supuesto, no conseguí llegar a un acuerdo con él.
Los niños los ha visto 4 veces desde entonces, y la manutención brillando por su ausencia.
Hay días que lo he pasado realmente mal, de llorar, de gritar de rabia, de lo rota que me ha dejado. Recuerdo que un día en plena pandemia lloré porque los niños estaban teniendo un día intenso, pero al final pensé, podría ser peor, podría estar él también aquí.
Tenía escrito la primera parte de mi historia desde un mes después de dejarle. Y hoy he querido compartirlo. Por si tú, que me lees, estás en una situación parecida, por favor, quiérete y hazte fuerte, y sal… y tu familia y amigos estarán a tu lado.