Bueno, pues eso es, amigas. Necesito vuestra ayuda:
Tengo una relación estable con mi novio (hemos hecho 2 años hace poco) y pese a superar algún bache ocasional (como es normal) todo va bien: hay proyectos de futuro en común, conocemos a nuestras respectivas familias y todo normal.
Él nunca había tenido una relación así de seria ni de duradera anteriormente, durante muchos años trabajó lejos de casa y de su familia (es camarero) y durante aquella época su vida se resumía a ligar cada semana con una guiri diferente, consumir cocaína y beber para aguantar el ritmo y trabajar. No es algo que él esconda, hemos hablado de ello y es parte del pasado. Una vez me confesó que había contratado los servicios de una prostituta, sin dar muchos detalles. Obviamente como mujer que soy, feminista y empoderada me pareció un horror, pero él lo incluye en aquel pasado que tuvo un poco turbio de sexo esporádico y drogas. Me horrorizó, pero soy realista y entiendo que todos tenemos un pasado: yo también he tenido mi etapa ‘salvaje’, quizás a otro nivel, pero también es parte de mi pasado.
Y aunque nuestra relación es buena, hay confianza para hablar de cualquier cosa, de vez en cuando me siento sumamente tentada a echarle un ojo a su móvil. Sí, no debería hacerlo, no tengo necesidad ninguna, es una violación de su privacidad, éticamente es un error. Pero soy curiosa por naturaleza y la tentación es demasiado fuerte, así que anoche cuando se metió en la ducha, dejó el móvil en la mesa de la cocina y eché un ojo a su teléfono. Y ahí estaba en su WhatsApp, entre conversaciones banales con compañer@s de trabajo, amigos y familiares, una conversación corta con un contacto cuyo teléfono no había registrado en la agenda, y una foto de perfil de una chica mona que no me sonaba de nada. La conversación escueta acerca de quedar en un sitio cercano a su casa: no te encuentro, no sé qué portal es, ya estoy aquí y similares. Al final ella le dice que pensaba que ya se conocían con anterioridad y que no habían hablado de precios y le cuenta sus tarifas: 15-30-45-60 minutos tantos euros. Y 2 o 3 semanas después un mensaje por parte de mi novio preguntándole a la chica cómo lo tiene esa tarde para verse.
Está claro clarinete. Obviamente es una prostituta y él en al menos una ocasión (reciente, cerca de un mes y medio) ha contratado sus servicios. A punto estaba anoche de recoger mis cosas y marcharme, pero sacando fuerza y apeando a la coherencia he decidido pensar cómo afrontar esto. Sé que se lo acabaré diciendo, que sé que ha estado con prostitutas, él intentará negarlo y ante lo cual le diré que no sea imbécil que lo sé de primera mano y acabará agachando las orejas, pidiendo perdón y diciendo que no volverá a pasar. Y seguramente volverá a pasar y me enteraré o no, o aprenderá a tener la picardía de borrar las putas conversaciones de WhatsApp.
El asunto amigas es ¿estoy dispuesta a tener una relación con alguien que consume sexo con prostitutas con la impunidad con la que yo me compro un pastelito de camino a casa? ¿Es un break deal? Sobra decir que nuestra vida sexual es completa, satisfactoria y que soy una mujer abierta y que no me vale la excusa de que si en casa tiene falta es normal que lo busque fuera. No es el caso, pero si lo fuera, justificar las prostitutas por tu falta de sexo es intolerable y eso si que no.
¿Qué hago con mi puta vida? ¿Empiezo a hacer listas de pros y contras? ¿Me callo como una puta (nunca mejor dicho)? ¿Rompo una relación de dos años o me conformo con estar con alguien que cree que comprar sexo está bien y que seguramente piensa que no es una infidelidad?