Ya tenía dos sobrinos y esta es la primera nena que hay en la familia, los dos míos también son chicos, con la ilusión que me hace ir a verla y hacer cosas de niñas.
Cuando era más bebé jugábamos de broma a que la asustaba y tal, juegos tontos, siempre he sido muy bruja pero creía de las buenas, o eso intentaba yo, porque visto lo visto. Empezó a huir de mí casi a la vez que empezó a hablar y a desarrollar su personalidad.
No sabéis qué frustración cada vez que vamos a su casa, porque no quiere saber nada de mi de verdad, ni chuches, ni regalos, ni nada, que no se quiere acercar a mi y por lo bajo dice que porque soy fea.
A ver no soy la belleza del año, soy normal pero ya me estoy empezando a acomplejar y no quiero llevar esto a ningún extremo y prefiero tomármelo a broma y ya, pero es que pasan las semanas y veo que no se la pasa y ya no sé de dónde ha sacado eso o de quién es la culpa.
Mi marido me dice que son cosas de niños y que ya se la pasará, el resto es que no quiero ni preguntar que opinan porque me siento mal, que yo no le he hecho nada malo a la niña para que tenga estas reacciones conmigo y cuantas menos vueltas quiero dar, más pendiente estoy del tema.
Ya sé que lo tengo que hacer de forma madura, despacio y con paciencia, porque si sale mi yo de verdad, pues la cojo y me la llevo a un psico a que nos mire a las dos a ver si tenemos arreglo, pero me está costando mucho porque estoy no es algo normal.