Buenas tardes. Recurro nuevamente a vosotras, esta vez puede que sea mas desahogo que búsqueda de consejo. Os pido perdón de antemano por el tostón.
Mi suegra vive en el extranjero, y, desde que se fue, la relación con ella ha sido muy buena. Cuando venía a vernos o íbamos nosotros nunca había problemas ni discusiones ni malos rollos (normal, nos veíamos dos veces al año). Quitando estas visitas, ella nunca se ha preocupado que digamos por nosotros. Desde que empezó la pandemia no la hemos vuelto a ver, y apenas hemos sabido de ella más que para cumpleaños, navidades y para pedir dinero (esto ha salido de los ahorros a parte de mi marido, así que ahí yo no me meto, es dinero que él tenía de la herencia de sus abuelos).
Es necesario que os informe que mi suegra, por lo que yo sé, ha estado siempre bastante lejos de ser una madre modélica. Llegaba borracha a casa todos los fines de semana y mi marido tenía que ayudarla a acostarse para que sus hermanas pequeñas (gemelas, y que, por supuesto, cuidaban mi marido y su abuela) no la viesen así.
Mi marido tuvo que renunciar a muchos fines de semana de su adolescencia para cuidar a sus hermanas, porque su abuela se ponía muy nerviosa si se quedaba por la noche a solas con ellas, y por supuesto, mi suegra ni se planteaba quedarse con sus hijas en casa.
Ella está divorciada dos veces, de mi suegro y del padre de mis cuñadas (que también, vaya personajes ambos), y ninguno de los dos se ha responsabilizado nunca de sus hijos, solo para las pensiones alimenticias.
Con todo esto, que es muy superficial, os imagináis la papeleta que ha tenido mi marido en casa durante muchos años.
El motivo del post es el siguiente: estoy en proceso de diagnóstico de una patología que ocasiona que algunas veces que me dan brotes, tenga que ir a urgencias. Puedo estar muy bien, de comida por ahí, con mis amigas, o donde sea de maravilla, y de repente ponerme muy mal y me tiene que llevar al hospital. La última vez que me pasó, coincidió que era el cumple de mi suegra. La íbamos a videollamar por la noche, yo estaba de comida con mis amigas (y subíamos stories a instagram y demás) y de repente, pues me dio un brote. Estuvimos horas en urgencias, y salimos de madrugada. Mi marido llamó a su madre al día siguiente, para disculparse por no haberla felicitado y explicarle lo que había pasado, y se lió. Que si tan mal no estaría cuando estaba de risas con mis amigas, que si es un mal hijo, que si menos mal que se ha ido al extranjero porque si no iban a acabar muy mal y que menos mal que sus hermanas no tenían que convivir a menudo con un personaje que se olvida del cumpleaños de su madre y demás lindezas. Imaginaos el disgusto de mi marido, preocupado por mi salud y que su madre salga con estas.
De esto hace tres semanas, no hemos vuelto a hablar con ella. Ayer, mi marido le llamó para felicitarle el día de la madre y no contestó. Le escribió un whatsapp, y después de leer el mensaje (porque ha salido el doble check azul) ¡LE HA BLOQUEADO! De verdad, no lo entiendo. Mi marido lo está pasando fatal, no sé si hablar con ella para que recapacite, hablar con mis cuñadas (son adolescentes pero tienen muchísima más madurez que su madre) o incluso hablar con la abuela de mi marido, pero es una señora mayor y no quiero que se disguste; mi otra opción es mantenerme al margen pero me duele ver a mi marido así (a pesar de todo, es su madre).
¿De verdad creéis que es un motivo justificado el enfado de mi suegra? Es la primera vez que mi marido no le felicita en su cumpleaños, y no fue por olvido.
Os leo, amores. Gracias por leerme.