Pues a lo mejor este mozo y sus motes cariñosos te abren una puerta. Ya no solo a poder hablar sobre algo que siempre has pensado y sentido como algo negativo, ¡sino a poder darle la vuelta y hacer que te encante!
Qué gusto te daría responder con un «¡literalmente!» cuando alguien te diga que qué chocho tienes, o cuando suelten un «¡qué coñazo!» poder decir: ¡pa coñazo el mío!
Creo que al final vas a tener que agradecerle a tu ligue su creatividad.
¡Y ole tu coño!