Buenos días,
vengo a pediros consejo sobre un tema que me agobia un poco, sé que muchas pensaréis que es una tontería pero vivir a diario con algo así me está crispando.
Hace 3 años que vivo con mi pareja y nuestra fuente de discusiones es tan simple y tonta como la decoración de la casa.
Os pongo un ejemplo: tenemos una mesa de centro que nos regaló mi madre hace años y que se ha roto por completo. La hemos arreglado varias veces pero está hecha un asco y hay que cambiarla ya (rota nivel que se caiga el café porque las patas se tambalean). Le propongo comprar una nueva del mismo estilo (porque si le digo otro estilo ya es otra guerra) y me dice que no, que esta aguanta de momento y que para qué gastar.
Pues así con toallas (tienen más años que él porque son de cuando se casó su madre), paños de cocina, sillas y un sinfín de cosas (duerme con una camiseta llena de agujeros de cuando tenía 14 años). Soy muy partidaria de reciclar y de renovar cosas antiguas, pero es que esto ya roza lo asqueroso porque tenemos un piso precioso y estas cosas no pegan ni con cola y dan un aspecto de dejadez tremendo. A mí me hacen estar incómoda en mi propia casa.
No sé cómo narices hacérselo ver porque cada vez que sacamos el tema la gente le da la razón a él (nuestros amigos son igual que él). ¿Algún consejo?