Follodrama el que yo os traigo queridas mías. Mis colegas cada vez que se acuerdan me llaman ‘la mejillones’ jojojojo.
El principio es de lo más común. Chica conoce a chico en tinder. Quedan y se conocen y surge the magiccccc. Un tío guapo, con mucha conversación, de esos que huelen a perfume rico y masculino. Una puta maravilla. Celebré mi suerte y no quise dejar escapar mi súper match así que seguimos quedando un par de veces más hasta que mi cita se lanzo a mis labios.
Nos pusimos a tono en una discoteca y nos dejamos llevar hasta su cama. En cero coma estabábamos en pelotas. Me dispongo a recorrer su anatomía con mis labios y cuando tengo sus pinreles en mi ángulo de visión… No no no no no no no no no!!!!!
Aquello no eran uñas, no eran garras, eran mejillones de gran calibre. Amarillentos y taaaaan asquerosos. Era como si le hubieran pegado los pies de otro ser a mi chico ideal no era ni medio normal.
Intenté ir a lo mio pero no pude no fui capaz de centrarme y como yo no me trago nada le pregunté si tenia algún problema en los pies y en las uñas y solo me dijo que no y que si tal disculpara que se había olvidado de cortarse las uñas. Pero colegaaaaaa, que te llevas olvidando???? 20 años??????
No pude tías. Le di un par de morreos pero solo pensaba en que esos pies se acercaran a los míos y me pegasen algún tipo de hongo raro. Me vestí y allí lo dejé a él y a sus 10 mejillones.
El aseo es de arriba abajo del cuerpo, a ver si le queda clarinete a todo el mundo!!!!