Hola chicas. Ante todo gracias por leer mi historia.
Hace cinco años conocí al que ahora es el padre de mi hija de cinco años. Desde un buen principio la relación siempre tuvo altibajos, éramos muy diferentes y discutíamos bastante. Tuvimos alguna ruptura pero siempre acabábamos juntos, yo siempre quise luchar por la relación y al final de nuevo quería volver a intentarlo. Durante el embarazo yo tenía las hormonas a mil y no me sentí demasiado apoyada, puesto que para él la situación le venía muy grande, pero creí realmente que todo pasaría después del parto. Pero al nacer mi hija fue peor, el post-parto lo pasé muy sola y las discusiones fuertes empezaron a venir, yo tenía una depresión enorme y él era incapaz de entender por lo que estaba pasando, me sentía anulada porque mis argumentos no tenían validez para él. La verdad es que fue una pesadilla… Finalmente y tras un año, decidí separarme y me fui a vivir con mi madre.
A pesar de ello él siempre quiso volver conmigo, (la verdad que a veces me hacia sentir un poco culpable hablándome de la niña y de que era mejor que estuviéramos juntos por ella y eso me hacía enfadar muchísimo…), todo el tiempo mantuvo el contacto conmigo «como amigos» pero siempre con la esperanza de que volviéramos a estar juntos. Yo al principio me negaba, si había dado el paso de separarme era por algo… Empecé a trabajar, a salir de nuevo a socializar e incluso tuve una pequeña historia con un chico.
La cosa vino con el paso del tiempo… Él empezó a cambiar, aceptó la situación, se empezó a encargar más de su hija, me demostró que había madurado bastante en muchos aspectos que cuando estaba con él parecían impensables. Un año después estábamos bastante bien y empezamos a quedar de vez en cuando, poco a poco volvimos a intimar y finalmente decidimos volver a intentarlo, yo le quería mucho, aunque sabía que no estaba enamorada del todo porque todavía me costaba olvidar el pasado. Me llegué a plantear muchas cosas, como… ¿Qué es el amor en realidad? ¿Realmente lo voy a llegar a experimentar? Quizá es mejor este cariño que siento por esta persona y ya está… Quise ir con cautela y le dije que por el momento, quería mantener una relación abierta, y a él le pareció bien. Nos fuimos a vivir juntos a un sitio nuevo, limpio de cualquier problema del pasado.
El problema viene ahora. Y es que dicen que las cosas más locas siempre pasan en los peores momentos. Al mudarme formé un grupito de gente y empezamos a salir de vez en cuando (para mí es la desconexión que tanto necesito de la rutina, como para otros puede ser irse de acampada o a correr en moto) y nos lo pasábamos bomba cada vez que nos veíamos. La cuestión es que empecé a llevarme muy bien con uno de los chicos del grupo, conectamos a la primera, y empezamos a hablar y hablar, hasta que un día me dijo que le gustaba mucho, que sabía que mi situación era complicada pero que no podía evitarlo.
Yo también sentía cosas, pero me estaba reprimiendo porque era una lío tremendo. Pero con el tiempo ha sido imposible pararlo… Hablando todos los días, y cada día conociéndole más, es que nunca me había reído tanto con nadie como hago con él, y me gusta de verdad. Aún no hemos hecho nada, pero cuando miro al padre de mi hija me siento como una mierda, porque aunque tenemos una relación «flexible», no estamos hablando solo de sexo (que es lo típico cuando abres una relación), si no de que estoy empezando a tener sentimientos reales por otra persona, y se lo estoy ocultando porque no puedo con la culpa.
No sé como manejar esta situación. Es posible que fuera más fácil si no estuviera la niña de por medio, que es lo que más me frena, el cómo pueda afectarla a ella ahora y en un futuro cercano si vuelvo a hacer otro cambio drástico en mi vida.
Siento que todas las decisiones que he tomado hasta ahora han sido pésimas. Si niego lo que siento y me quedo como estoy, la tristeza me va a consumir porque ya no soy feliz y voy a estar pensando en el futuro que podría tener con este chico y que no voy a tener, pero si decido seguir con esta nueva persona, voy a dañar a mucha gente, no solo a mi hija, también a nuestras respectivas familias que estaban muy felices de nuestro retorno (de hecho estuvieron pinchando continuamente para que todo esto pasara…).
Necesito un poco de empatía y consejos, no sé como afrontar esto chicas…
Gracias…