Estoy flipando bastante con toda la gente que dice que la chica del post «odia a los perros», «seguro que tienes más traumas» «pretende imponer su opinión», «no me fío de la gente a la que no le gustan los animales».
O la comprensión lectora es un problema a escala nacional en el país o la intolerancia campa a sus anchas.
A ver, tienes un trauma que por X motivos no te has tratado. Sé que no has escrito para hablar sobre tratamientos aunque tal vez acudir a un profesional pueda ayudarte a mejorar tu calidad de vida y así no ir con miedo a encontrarte un perro por la calle ni a evitar ciertas zonas de la ciudad. No para que en un futuro tengas un perro, solo para que vivas mejor, con más paz.
De resto, no es un pecado que le tengas miedo a los perros.
No eres mala persona, no eres una intolerante por expresar que tuviste una mala experiencia de pequeña y ahora te dan miedo, no eres lo peor de lo peor, no eres una persona de la que desconfiar, no tienes más traumas escondidos, no estás imponiendo tu voluntad, no eres egoísta y no mereces el ostracismo social.
Simplemente tienes un trauma que te complica un poco el día a día.
Yo también tengo un perro y me encantan los animales. Los perros son eso, animales, al igual que nosotros también somos una especie más de animales aunque nos hayamos auto proclamado «seres humanos» en un intento de ponernos por encima del resto de seres vivos.
A mi madre no le gustan los perros y vivo con ella en casa con el perro. Cuando me lo regaló ella estaba en todo su derecho de decidir no hacerlo porque ella también vive en casa y se debe respetar su derecho a vivir tranquila y cómoda en su propio hogar. En la actualidad si ve al perro no le hace caso, ni lo acaricia ni nada, pero le da de comer y santas pascuas. Se llevan bien, el perro la huele y sigue a lo suyo. Ya me encargo yo de darle cariño.
El intolerante es él porque básicamente ha dado por hecho que la relación iba a llegar a largo plazo -lamento decirlo- y da por hecho cosas que no son cuando solo has dicho que te dan miedo.
¿Pero sabes qué? Está en todo su derecho de decidir con quién quiere salir y a quién quiere ver, y si lo basa en si le gustan los perros o no es igual de respetable. Qué le vamos a hacer.
No está pa’ ti ese chico. Busca a alguien más afín a quien no le suponga un inconveniente lo de los perros, a pesar de que estés flipando mucho con su reacción.
Aquí no hay malos, ni él ni tú. Solo queda respetar al otro, a pesar de que él no lo haya hecho contigo.
Un beso y recuerda, siempre encontrarás a alguien con quien choques en ciertas cosas y no comprenderás por qué reaccionan como lo hacen.