¡Hola a todos/as!
La verdad, que me he decidido a escribir porque, por más vueltas que le doy no soy capaz de tomar una decisión por mí misma.
Os pongo en situación, en abril yo iba a casarme con el que es el amor de mi vida, con todo el tema de la pandemia no ha sido posible. Sí es cierto que es un principio no le dimos mayor importancia y decidimos que si era posible lo dejaríamos para más adelante. Ahora bien, estoy embarazada. Y el «problema» es el siguiente.
Tenemos fecha para casarnos en noviembre, pero seamos sinceras, eso no lo veo nada viable y mucho menos con las condiciones en las que se iba a resolver una boda como la mía (él es extrajero, por lo tanto muchísima familia venía de fuera).
La mayor parte de mi entorno me dice que lo mejor que puedo hacer es aplazarlo al año que viene, pero claro, el año que viene me voy a encontrar en una situación muy difícil, con un bebé recién nacido, y me acabo de quedar sin trabajo con todo el tema del virus.Y lo más importante, NO ME QUIERO CASAR EL AÑO QUE VIENE. Yo quiero hacer lo que pueda este año, sea lo que sea, ir al juzgado y firmar, no me importa, no necesito una gran celebración. La cuestión es; ¿Estoy siendo injusta con todos los invitados al no darles la oportunidad de asistir a una boda a la que ya estaban invitados y por lo tanto, una boda en la que han invertido tiempo, dinero y ganas?
¡Muchísimas gracias, sois una comunidad impresionante!