HISTORIA REAL ENVIADA A [email protected]
Tengo a mi hermana y a mi cuñado al borde del colapso por algo de lo que nos hemos enterado recientemente. Por supuesto el título lo deja bastante claro, pero es necesario que os ponga en antecedentes y que empiece por el principio: mi cuñado se echó una novia del pueblo siendo muy jovencito, con dieciséis años. Como el pueblo es muy pequeño y no había apenas posibilidades de prosperar, en cuanto fueron mayores de edad y pudieron se mudaron a la ciudad y empezaron a encadenar trabajos precarios mientras estudiaban. Ella encontró un trabajo medio decente en un centro de estética tras acabar la FP de peluquería y estética, y él curraba de camarero mientras estudiaba lo que ahora se conoce como TAFAD, ya que siempre se le habían dado genial los deportes. Así andaban cuando ella se quedó embarazada. Él no veía claro para nada lo de tener un hijo en esa situación, ya que les daba para sobrevivir ellos dos y poco más; además se estaba planteando seriamente empezar la carrera de Ciencias del deporte cuando terminase TAFAD y tratar de sacar plaza como profesor y no veía cómo iba a poder hacerse cargo de un niño si tenía que trabajar y estudiar. Total, que parece ser que ella se enfadó muchísimo y le echó en cara que no quisiera formar una familia con ella, a lo que él respondió que no era eso, sino que sencillamente no consideraba que fuera el mejor momento.
Pues bien, una noche al llegar de trabajar se encontró con que ella había recogido sus cosas y se había marchado, y por más que la llamó y que trató de localizarla no supo de ella durante una buena temporada.
Así que hizo lo único que podía hacer: continuar con su vida. Buscó compañeros de piso para no tener que pagar tanto de alquiler y siguió con su trabajo y sus estudios hasta que unos meses después fue su ex la que contactó con él para informarle de que había tenido un niño. Por supuesto mi cuñado quiso ir a ver al niño, pero ella le dijo que aún no estaba preparada y que le había hecho mucho daño; sin embargo, y a pesar de que sentía que no estaba preparado para ser padre ni de lejos, mi cuñado quería estar presente en la vida del niño y hacerse responsable de él en la medida de lo posible, así que ofreció a su ex pasarle dinero todos los meses para la manutención del niño confiando en que no tardase mucho en dar su brazo a torcer y permitirle conocer a su hijo.
No fue hasta cosa de año y medio después que consiguió verle por fin. Su ex hasta entonces le había dado largas y puesto excusas para no darle su paradero, por lo que mi cuñado optó por preguntar a conocidos del pueblo y fue así como se enteró de que su ex había regresado y estaba trabajando en la peluquería de una amiga suya, así que un buen día cogió el coche y se plantó allí sin avisar: fue la única manera de conseguir que le permitiese estar presente en su vida de una manera más real que únicamente haciéndose cargo de sus gastos.
Mi cuñado siempre contaba la sorpresa que se llevó aquel día, cuando se enteró de que su ex no sólo había iniciado ya una relación con otro chico del pueblo, sino que se había ido a vivir con él y prácticamente ejercía de padre del niño; sin embargo llegó a la conclusión de que ella tenía derecho a rehacer su vida siempre y cuando no le impidiera formar parte de la de su hijo.
Con el tiempo terminó la carrera, decidió dejar la ciudad en la que había estudiado y buscar trabajo en algún lugar en el que la vida no fuese tan cara y así fue como acabó en una pequeña ciudad de Extremadura en la que consiguió plaza en un colegio en el que casualmente trabajaba mi hermana, y resumiendo muy mucho empezaron a salir, se casaron y tuvieron dos niñas preciosas.
Él desde el principio fue totalmente sincero con mi hermana respecto al tema de su ex y del niño, y de hecho ella siempre estuvo abierta a que pasase temporadas con ellos en su casa, aunque creo que en todos estos años el muchacho habrá venido cuatro veces como mucho y siempre coincidiendo con que la madre quisiera deshacerse de él unos días para irse de vacaciones con su pareja o cosas así. También es cierto que entre la distancia, el trabajo y la formación de una nueva familia, mi cuñado dejó de ir tanto al pueblo como antes, si bien en ningún momento dejó de pasar la manutención a su ex y ha estado siempre pendiente de su hijo. Eso sí, desde que mi hermana y su marido tuvieron a su primera hija la relación entre él y su hijo se tensó: empezó a no querer hablar con él por teléfono y a decir que no quería verle cuando proponía ir al pueblo o que viniese él a pasar unos días; decía que ese no era su padre, que no tenía nada que hablar con él y que no quería verle, pero dimos por hecho que habría sido cosa de su ex, que a saber qué ideas le habría metido en la cabeza al chaval y que seguro que estaba tratando de hacerle creer que sus ‘’hermanastras’’ iban a desplazarle en la vida de su padre.
Pues bueno, hace un par de semanas recibió la noticia: un amigo del pueblo que había ido a la peluquería oyó a la ex comentar con una clienta lo bien que le venía el dinero extra que ‘’el imbécil de su ex’’ le pasaba por el chaval sin ser hijo suyo. Vamos, que la buena señora ha sabido siempre que el hijo no era suyo y no sólo eso, sino que se lo toma a cachondeo aun sabiendo las estrecheces económicas que pasó mi cuñado antes de conseguir su plaza en el colegio y que a día de hoy tiene una familia estable y consolidada. Mi pobre cuñado, quien pese a que el cuerpo le pedía presentarse en el pueblo y montar un pollo es una persona tranquila, pidió consejo a mi hermana y ella le recomendó escribir a su ex por Whatsapp: así no sólo evitaría el mal rato de ir hasta allí, sino que se aseguraría de que todo quedase por escrito y ya en base a lo que hablaran verían qué hacer.
¿Lo mejor de todo? Que cuando la confrontó al respecto, su ex se lo contó todo: le dijo que le había estado engañando con el padre biológico del niño prácticamente desde que habían empezado a salir y que se había quedado embarazada en una visita que había hecho al pueblo ella sola; que sabía que había sido con él porque se habían quedado sin condones pero habían follado igualmente; que cuando lo supo, prefirió hacer creer a mi cuñado que era el padre porque creía que con él iba a tener más futuro que con el otro, pero que al ver que ser padre no entraba en sus planes decidió volver con el otro, quien por cierto lleva todos estos años siendo su pareja y ejerciendo de padre del crío (que ya no es tan crío, claro). Y para rematar, le echó en cara a mi cuñado que de todos modos le debía el dinero que le ha estado pagando durante estos 18 años porque era con quien ELLA había querido formar una familia. Vamos, que a lo largo de todo este tiempo se han estado aprovechando de la buena fe de mi cuñado, ya que para colmo su novio es un tarambana al que no le duran ni dos semanas los trabajos.
Imaginaos el mazazo emocional que ha supuesto esto para el marido de mi hermana, pues no es sólo el dinero, sino haber tratado de implicarse a lo largo de tanto tiempo en la vida de un hijo que ha resultado no ser suyo. Mi hermana le insiste en denunciar a esta arpía y al menos recuperar el dinero que les ha sacado, pero sinceramente no sé si mi cuñado va a ser capaz; lleva desde que se enteró sin querer hablar del tema y creo que aún no lo ha digerido del todo, pero espero de corazón por él y por su familia que tomen medidas legales por todo el daño que les han hecho.