Últimamente está todo el mundo a vueltas con lo de Paz Padilla y cómo ha llevado la muerte de su marido (y de su madre). Me parece muy importante que se abra este melón porque casi nadie habla con naturalidad de la muerte, es más, todo lo contrario: es un tabú enorme. También me parece genial como lo ha encarado ella como acompañante de su pareja en esos momentos tan duros.
Lo que me pone muy nerviosa es que se dedique a dar lecciones como si hubiera hecho algo extraordinario, poniéndose la medalla del misticismo Y diciéndole a la gente cómo se tiene que sentir con la muerte y con la enfermedad (pero si hasta le dio lecciones a Mila diciéndole que no podía estar enfadada por tener cáncer). Todo rodeado de filosofías orientales de auto superación, hablando supuestamente de su marido pero en realidad hablando de ella misma todo el rato. Y la gente dando palmas, como si no fuera una privilegiada que ha podido acompañar a su marido en ese trance en su casa y con unas comodidades concretas que ya me gustaría tenerlas para mi. Me parece un idealizar la muerte que no se corresponde para nada con la realidad.
¿Estoy sola en esto?