Buenas chicas, vengo aquí supongo que solo a desahogarme un poco..
Hace un par de días quedé con un rollete, de estos que solo ves para follar y ya, y para no explayarme mucho iré directa al grano: en mitad del acto le pedí que parara y no paró, me estaba haciendo mucho daño y yo ya casi con lágrimas en los ojos le pedía que no lo hiciera más (al embestir fuerte, algo pasaba ahí que me dolía mucho, y él estaba siendo consciente de ello) y él pues durante un corto espacio de tiempo dejaba de hacerlo, yo me confiaba de nuevo, intentaba olvidar el dolor que había pasado y me concentraba en disfrutar (que eso es lo que tiene que ser el sexo, disfrute; no dolor) y de repente volvía a hacer lo mismo, con mis consiguientes gritos y mil maneras de empujarle y decirle que no y que parara…
Finalmente me dijo: vamos a probar tal postura que seguro que no te duele, y accedí y era cierto, no me dolió más, acabamos el follisqueo y tan normal. Pero yo no me quito de la cabeza la angustia y lo mal que me sentí, me duele mucho aún hoy la vagina y cada vez que voy al baño lo recuerdo y me dan ganas de llorar, y me estoy volviendo loca yo sola porque, es decir, yo fui a lo que fui, yo quería sexo y no sé si estoy exagerando o mi cabeza está haciendo un mundo de esto porque estoy cansada de estas situaciones (no es la primera vez que me ocurre) donde pides reiteradamente al chico en cuestión que pare o deje de hacer una cosa y no desiste, y sigue… Cuando acabó sentí alivio y el momento de después no me sentí mal, pero cuantas más vueltas le doy más me como la cabeza, no sé cómo describir la sensación tan agridulce que tengo desde entonces, lo único que tengo claro es que no voy a volver a ver a ese hombre.
Muchas gracias por leerme chicas.