Hola a tod@s!
Soy una chica de 30 años y, aunque tengo amigos que sé que no me fallan cuando les necesito, no soy una de las prioridades de ninguno de ellos en la vida diaria. Es decir, yo sé que no soy la única persona en el mundo y no pretendo serlo, pero cada noche me acuesto pensando que la única persona en quien puedo confiar al 100% es en mí misma y eso hace que, a pesar de tener a gente a mi alrededor, me siente sola (como le pasa a muchísima gente) y, aunque ya lo tengo asimilado, de vez en cuando me da la crisis existencial de qué hago yo en este mundo, que no aporto nada a nadie, cuando podría seguir viviendo alguien cuya presencia fuera útil y necesaria. Si hubiera alguna forma de cambiarme por alguien así, no dudaría en firmar lo que fuera.
Este conjunto de emociones viene de que por estar siempre “de buen rollo” y ser una persona sin dramas nadie sabe realmente que este “no vivir” puede resultar agotador y me hace replantearme si en realidad la soledad en la que me encuentro es algo que me ha tocado o es algo que he elegido porque prefiero evitar otro fracaso emocional (por llamarlo de alguna manera). Digo “otro” porque hace unos años, que tuve un desengaño amoroso y lo pasé regular (aunque nada grave) se lo conté a la única amiga con la que podía hablar y expresarme, pero resultó que ella también pasó por algo y mi “drama” ni existió, mientras que el suyo pasó a ser prioridad tanto para ella como para mí. Después de eso siempre “estoy genial” porque paso de abrir mi vida a alguien que ni siquiera se acuerda de que yo también lo pasé mal durante unos meses.
Conozco a más gente, sé que si realmente lo necesito puedo llamar a alguien que sé que me va a responder, pero mientras, en mi día a día, tengo la sensación de que nadie “me ve”, ni posibles parejas, ni amigos o amigas. Y, conforme pasa el tiempo más lo acepto y menos soporto a la gente y más rabia me dan algunas cosas. Creo que me estoy haciendo a la idea de que estoy sola, voy a acabar sola y es como me que estoy organizando la vida de esa manera porque, inconscientemente, alejo a la gente de mi lado, no sé cómo lo hago porque no me porto mal con nadie ni hago daño, pero acaban encontrando sus caminos y al final soy yo la que se queda y son los demás los que se acaban yendo.
Soy realista y sé que es mi culpa por dejarlos marchar, pero a veces tengo la sensación de que si les hablo o les envío algún mensaje les pongo en el compromiso de contestar y hace que me sienta peor, así que prefiero no hacerlo. No se trata de orgullo, porque no soy nada orgullosa, pero no quiero “obligar” a nadie a estar en mi vida si no quiere.
Todos somos prescindibles, eso lo sé, pero a veces sería bonito pensar que hay alguien en algún lugar que quiera saber cómo estoy, y saber que no hay nadie da un poco de desánimo y, al ser un ciclo, no tiene fin.