Lo único que puedo opinar es que, hagas lo que hagas, no vayas con un vestido con el que no te sientas razonablemente cómoda. Ya sea que lo arregles, que le añadas piezas, que lo mandes a hacer o lo que sea… si vas con algo que te haga sentir mal, se te va a notar. Y, dependiendo de cuán sensible seas y cuánto puedas o no disimular, podrías pasarlo muy mal tú, alguien más (quien se de cuenta), y hasta la novia (que, mal que mal, es su día).
Entonces, puedes intentar lo que prefieras del montón de opciones que te han sugerido. Y si el resultado te agrada, ¡fabuloso!, pero si el resultado final no te gusta… es mil veces mejor que rechaces lo de ser dama de honor y vayas a tu aire a la fiesta, antes que forzarte a ir en algo que te hace sentir pésimo y terminar llorando en plena fiesta (been there…).