Hola a todas! Es la primera vez que escribo, pero soy lectora desde hace tiempo. Maravilla de foro <3
Vengo a pediros opinión sobre una cosa que me ha pasado este fin de semana. Una muy muy buena amiga está viéndose desde hace un tiempo con un chico y tienen algo así como una relación abierta. Ya he salido con él en algunas ocasiones y tenemos muy buen rollo, es una persona del tipo cariñosa, con las que te quedas a hablar hasta las mil, y de los que reparten abrazos cuando se bebe unas copichuelas… podría decirse que es algo intensito, pero todo guay.
El caso es que el sábado di una fiesta en mi casa a la que fuimos solo chicas y fue la caña, bailando, riendo y todo con un flow de miedo. AL rato llegó este chico en cuestión y nada, todo super bien, bien recibido, como una más. Cierto es que en algún momento de la noche me pareció que se ponía más cariñoso de la cuenta o que decía alguna tontería en plan «qué besucón que estoy, ahora mismo os como la boca a todas» y algún piropo no buscado de vez en cuando, pero yo siempre fui clara y aunque de medio risa, siempre le dejé claro que nanai. Ya os digo, todo eso lo puedo encajar dentro de una noche festiva con el cuerpo tontorrón, no le di ninguna importancia en ese momento.
Terminado «el cúlmen» de la noche y cuando ya solo quedábamos él, mi amiga (su chica), otra amiga y yo, estábamos en mi comedor en plan tranqui y mi amiga (la que está con él) empezó a darme un masaje en la espalda. Yo, en la puta gloria. En un momento del masaje mi amiga le dice que si me da él en la espalda, que tiene más fuerza y ella le hace a mi otra amiga y tal. Yo os juro que no vi nada raro, ni erótico, ni suputamadre. Aún así cuando él empezó le advertí (con cariño) que yo «guarradas» cero, que quería un masaje y punto pelota. Pues al principio normal, pero de repente se puso super intenso. Intento recordar en orden los detalles que me hicieron sentir incómoda pero me cuesta… recuerdo su respiración en mi espalda, un apretón inapropiado y unos dedos que entran más de la cuenta donde no tienen que entrar. Recuerdo pararle un poco los pies y decirle «no te pases máquina», pero no decirle que parara el masaje hasta ya pasado un rato, que le dije que ya tenía suficiente. Luego estuvimos un rato más de charreta y me preguntó si me había hecho sentir incómoda en el masaje, a lo que yo no sé por qué mierda respondí que no. Creo que lo que yo más quería en ese momento era no pensar en el tema y no darle importancia.
El caso es que al cabo de un par de horas yo no conseguía dormir del puto asco que llevaba encima pensando en su comportamiento de esa noche y, en especial, en el masaje que me había dado. Se quedó a dormir en el sofá y yo no veía el momento en el que se fuera de mi casa. Sé que tengo gran parte de la culpa por dejar que una persona que daba síntomas de estar calenturiento me diera un masaje, pero pensé que dejando claro lo que yo quería iba a ser suficiente y que yo me iba a ir a dormir después de un masaje como una reina. Estoy muy cabreada conmigo misma por no pararle los pies del todo y de haber sido tan ingenua.
Pasé un domingo de mierda sintiéndome fatal y deseando que llegara la noche para que llegara mi chico y me reconfortara. Bueno, pues lógicamente se cabreó y me dijo que cómo se me ocurría ponerme en esa situación. Que el tío era un gilipollas pero yo era tonta (aclaro que mi novio no es una persona celosa y que tengo confianza con él para contárselo todo). Eso fue ayer y hoy está el ambiente que se puede cortar con un cuchillo, ni un beso de despedida ni nada. Yo lo que más necesitaba era que me abrazara, pero sólo he conseguido un motivo más para sentirme como una mierda. En fin, dadme vuestras opiniones, tengo un lío enorme en la cabeza y no sé qué pensar. Besos, bellas!