Buenas noches, chicas.
En primero lugar quería agradecer a todas las que escribís en el foro, porque es una alegría tener un espacio solo para nosotras. Hoy traigo una ruptura que no consigo superar del todo, o más bien que me siento culpable por cómo sucedieron las cosas.
Os pongo en antecedentes: yo vivo en la provincia con más paro de España. Mi pareja tenía trabajo y yo no. Pues resulta que, desde hace años, tengo unos amigos que viven en otra provincia donde sí hay más oportunidades laborales y siempre me dicen que me vaya con ellos, a probar suerte allí. Le comenté esta posibilidad a mi pareja y se cerró a la idea: no quería tener una relación a distancia y bajo ningún concepto iba a cambiar de ciudad por mí, aunque allí también hubiera oportunidades de trabajo, porque está muy feliz donde está y consideraba que yo no había buscado lo suficiente dentro de mi provincia. Pues bien, me pongo a buscar en mi provincia y encuentro un posible trabajo. Cuando se lo comento ilusionada, me dice que ese no es un trabajo válido y empieza a ponerle pegas, como que no vamos a coincidir en horarios y nos vamos a ver poco, por ejemplo. Decía que yo quería aceptar ese puesto solo porque no estaba dispuesta a buscar más (y algo de razón llevaba, porque a mí ese trabajo me hacía ilusión y buscar curro es frustrante), decía que me estaba poniendo excusas.
Por otro lado, teníamos también la posibilidad de aprovechar que un familiar mío tenía un piso vacío, e irnos a vivir juntos (sin tener que pagar alquiler, con su sueldo habríamos vivido bien mientras yo encontraba algo, o si yo aceptaba ese trabajo que no le gustaba). Esto tampoco le apetecía a corto plazo. Cabe decir que rondamos la treintena, que llevábamos juntos un año y que, en ese tiempo, se habían hecho insinuaciones por parte de los dos de que queríamos estar juntos siempre, casarnos y tal.
La cuestión es que me harté y lo dejamos (de mutuo acuerdo, porque yo le dije que solo estaría dispuesta a volver si veía que queríamos luchar por la relación, y no quiso).
De esto hace ya varios meses y, aunque estoy mejor que al principio, no consigo reponerme del todo. A veces me martirizo pensando que debería haber buscado otro trabajo, o esperado a que le apeteciese vivir conmigo para proponerle el plan del piso de mi familiar. ¿Me precipité?, ¿un año es poco tiempo para plantear un futuro juntos? ¿me pasé al proponerle que nos fuésemos a otra provincia?
Ya da igual porque esta relación está muy muerta sin posibilidad de revivir (no yo tengo claro que quisiera revivirla). Pero me gustaría saber si hice algo rematadamente mal, para no repetirlo con la siguiente, porque a nadie le gusta sufrir por amor.
Gracias por vuestras respuestas