Hola
Pues se habla muy a la ligera de la experimentación infantil. Si que es habitual pero de manera consentida, en el momemto en que no es así es un abuso en toda regla por muy niño que sea.
Cuando yo tenía 6 años tres niños me arrastraron al cuarto de baño y me estuvieron de tocando a su antojo durante el recreo. Yo estaba totalmemte e shock, no tengo ni idea de que se les pasó por la mente, aunque había claramente un cabecilla.
Me marcó toda la vida, aún lo hace, no dejo de sentir que me violaron. Ese día cambié, cambió mi vida y nadie se dio cuenta, porqie no entiendo por qué, pero sentí vergüenza y culpa, no dejo de pensar que unos días antes jugaba a bailar al kan kan, que el cabecilla dijo que yo le gustaba. Desde entonces jamas quise gustar. Aún a esa edad sólo deseaba todo el tiempo que no hubiera pasado. Ni siquiera recuerdo las sensaciones físicas del momemto, pero durante más de 30 años nadie podia tocarme ahí.
Una de las cosas que más odio, cuando al fin lo conté 30 años después es que me dijeran que eran «cosas de niños» que los niños experimentan, etc.
Yo también había jugado a los médicos antes y siempre fue consensuado incluso sin entender la palabra o acción. Esto no lo fué. Cuando te tocan sin tu o permiso no son «cosas de niños».
Quizás yo hice que me comiera demasiado tiempo pero es algo que afecta a muchos niveles y no todos tienen la misma fuerza.
Durante mucho tiempo, me pregunté como unos niños podían ser tan malos siendo tan chicos, muchos años después se me ocurrió que quizás es lgo que vivian ellos (el cabecilla), pero en realidad da igual, lo que más me duele es que nadie se diera cuenta e hicieran nada para impedirlo, el que nadie me enseño a defenderme, a contarlo y que me defendiera.
Volvieron a intentarlo otras veces pero me resistí físicamente a acompañarlos, nos vio un profesor y los ahuyento, después de eso no recuerdo absolutamente nada de los dos ños posteriores que pasé en el mismo colegio. Luego me cambiaron a otro pero como decía, yo jamás fui la misma, se acabaron los bailes de kankan y relacionarme con los compañeros de clase.
Contando esto a donde quiero llegar, además de desahogo, que ayuda mucho, es a concienciar de dejar de quitarle importancia a los abusos. Incluso que te toquen el culo en el autobús es algo totalmente deleznable que hay que parar ya. Hay que enseñar a los niños y adultos a no abusar en ningún nivel, porque hasta el mínimo es máximo, a defenderse, hay que escucharlos y que sientan que deben contarlo.
Que si te tocan en el bus, en vez de moverte avergonzada, hablar en voz alta y recriminar la acción. Porqie el que debe avergonzarse es el autor, el infractor, no la víctima.
Hay que enseñar a denunciar, siempre denunciar.
Mi consejo primero es apoyar a tu hija, enseñarle a defenderse y saber qué hacer,lo primero, dirigirse a los profesores y contar lo que sucede in situ. A ti, a sus padres y ya vosotros poner las manos en el asunto.
La madre del niño seguro que dice «no mi niño no», casi ninguna madre acepta lo malo de sus hijos, pero no nos podemos plantar ahí. Hay que hacer algo para pararlo, que no sólo deje en paz a tu hija, si no que no abuse de más niñas. Y no dejaría de avisar a sus padres que pueden no estar viendo igualmente algún abuso en él,quizas alguien le hace algo así y el lo ha normalizado. Quizás haya que salvarlo. Quizás no se lo hacen pero lo ve. A ese niño hay que cambiarlo antes de que sea un futuro violador, porque si ya ve así las relaciones no se yo como puede avanzar su vida también.
Los abusos a menores no siempre son de parte de adultos, a veces son otros menores y eso no lo hace menos malo.