Hola a tod@s! Ya hace un tiempo que soy seguidora de esta maravillosa comunidad, pero nunca me he decidido a escribir.
Hoy por fin he conseguido poner un poco en orden mis ideas y aquí vengo a exponerlas.
Llevo con mi actual pareja 5 años. Como todas las parejas hemos tenido nuestros más y nuestros menos, pero después de todo hemos conseguido superarlo y aquí seguimos.
Cuando nos conocimos hablábamos de todo, sobre todo de lo que queríamos en el futuro. Aunque a muchos les pueda parecer innecesario y anticuado, yo quiero casarme y él lo supo desde el principio. Su respuesta fue: si, yo también.. lo cual fue perfecto, ya que aunque era el comienzo de algo y no iba a estar preparada para ello durante mucho tiempo, me alentaba saber que quizá (si todo iba bien) el fuese la persona indicada.
El tiempo pasó y llegó 2019, un año antes habíamos tenido una crisis que conseguimos solucionar y la verdad 2019 fue un año amoroso y nunca estuvimos mejor. A mi me entró la euforia y decidí pedirle matrimonio. Le compré un reloj precioso con lo que tenía ahorrado y me lo curré mucho: cena, spa y sorpresa en casa, todo en la intimidad. Dijo “no, pero..”, según él no era el momento adecuado, había que ahorrar mucho y él en ese momento no me podía comprar ni un anillo.. lloré porque no era la reacción que me esperaba, pero lo entendí y decidí esperar.
Llegó la pandemia, perdí mi trabajo y encontré otro, él consiguió un trabajo mejor remunerado y de mejor calidad (antes trabajaba de noches) y seguimos aquí con nuestra vida.
Hace poco le volví a preguntar (un poco de broma, que los temas serios le crean ansiedad): ¿y el anillo pa cuándo? Y la respuesta muchas veces es la misma (el dinero) o simplemente cambiar de tema. Le contesté que él ya sabía lo que había desde el principio y que si no quería, quizás lo mejor hubiese sido que me dejara marchar.. simplemente no hay respuesta por su parte, abre su Instagram y me enseña un vídeo tonto de gatos para callarme con “como son los gatos, eh?”.
Yo mientras tanto voy ahorrando lo que puedo para, algún día, acabar con la excusa del dinero y poder tener una celebración (no quiero un bodorrio, solo una ceremonia bonita en compañía de nuestros familiares). Por otro lado él se acaba de comprar el IPhone último modelo, unos 900 €, del que va fardando (más del precio que del móvil).
Este fin de semana me he ido al rincón de pensar, y he llegado a la conclusión de que quizás mi novio no sea sincero conmigo y me da ilusiones que luego no va a cumplir, y sinceramente no sé cómo abordarlo, porque diga lo que le diga será el mismo cuento de siempre… el de calleja
Gracias por leerme y gracias de antemano por vuestros comentarios