¡Hola! Por fin me atrevo a postear en este foro después de llevar meses pensando en pronunciarme por aquí.
Os voy a contar una historia que viví este fin de semana, y no hacia mi, esta vez.
La terraza de mi casa da justo a un campo de fútbol de barrio. Es algo que me gusta porque en casa somos muy futboleros (además, cuando mi hermano juega, podemos verlo desde «el palco».
Bien, pues os pongo en situación: domingo a las 5 de la tarde, partido de la categoría más alta del club. Panda de imbéciles, autodenominados «ultras» del equipo «local». Les dan un bombo para que «animen» un poco el cotarro. Hasta aquí todo dentro de límites normales. Hasta que sale el portero del equipo visitante.
El chico era de estatura media, corpulento y fuerte. ¿Qué problema hay, pensaréis?
Los ultras empezaron a meterse con él con comentarios como: «un bocadillo de mortadela para el portero», «gordo», «maricón» (???), e insultos gordofóbicos similares.
De la misma rabia dejé de ver el partido cuando el árbitro pitó el descanso. El pobre chico se fue para el vestuario hablando con un compañero de equipo sobre los «piropos» recibidos por aquella panda de neardentales.
El fútbol es tema para dar de comer a parte, hay miles de temas de los que hablar al respecto, pero ¿por qué siempre se recurre al insulto fácil? ¿Cuándo dejará de usarse la imagen o el físico para intentar joder a alguien?
Cómo veis, la gordofobia no entiende de sexos, aunque es verdad que generalmente las chicas nos vemos más afectadas por este tema, también tienen cosas que decirles a los chicos. Y creo que también es necesario darle visibilidad, porque aunque menos, también ocurre.
¿Os ha pasado algo similar? ¿Os habéis marchado o dejado de ver algo por la verguenza ajena provocada por grupos similares?