Harta de torturarme con lo que debería ser, lo que debería haber hecho y lo que tendría que hacer en un futuro toda mi puñetera vida, he llegado a una conclusión: quiero hacer siempre lo que me salga del puto coño.

Soy una persona muy perfeccionista a la vez que muy caótica. Me encanta vivir nuevas experiencias, viajar, conocer a gente, me gustan los hombres, las mujeres, quienes no son ni lo uno ni lo otro, me interesa cualquier rama de conocimiento aunque domine muy pocas, me atrae cualquier tipo de arte aunque no tenga ningún talento, en definitiva soy muy entusiasta y eso hace muy difícil que me pueda centrar mucho en algo, conseguir una rutina o focalizarme en un solo objetivo, y ambas cualidades han chocado siempre: cuando he estado muy centrada en algo, me he sentido aburrida, estancada y falta de vida; cuando he vivido en el caos y el hedonismo me he sentido mal por no estar asegurando mi futuro. Pues basta ya de esta mierda: he decidido cargarme el perfeccionismo.

Nunca he sido muy de novios pero los tres últimos años de mi vida he ido empalmando una relación con otra (y a cual peor), y por fin estoy soltera y sin ninguna perspectiva de volver a estar con nadie, y a medida que voy desenredando todos los bloqueos que me han causado estas relaciones y que me han impedido pensar en mí, en lo que yo quiero y en lo que yo necesito, y tras darle muchas vueltas ya lo tengo: quiero ser libre.

Quiero conseguir hacerme tan fuerte que no tenga que depender de los demás para ser feliz. Quiero tener la valentía de dejar un trabajo que no me haga feliz o que no me de lo que necesito. Quiero tener el amor propio suficiente para mandar a tomar por culo a quien quiera coartarme con la excusa de que me quiere. Quiero irme de viaje este fin de semana y al siguiente no salir de mi casa porque sea lo que me sale del puto coño. Quiero trabajar en un puesto que no tenga que ver con mi carrera ni me dé apenas dinero porque sea algo que me llene y porque me salga del puto coño, al igual que quiero aprovechar un trabajo en una buena empresa que no me hace feliz para sacarle todo el dinero posible y luego largarme para hacer con él lo que me salga del puto coño. Quiero mandar a tomar por culo cualquier convencionalismo y bailar cumbia sola en medio de la plaza del pueblo porque sea lo que me sale del coño. Quiero aprender un idioma que no hable ni su puta madre y olvidarme de todos los que tendría que aprender, si es lo que en ese momento me sale del coño. Quiero irme de fiesta con una pandilla de moscovitas borrachos si me sale de los ovarios, y quiero sentarme en un bar sola a contemplar una diminuta araña durante 15 minutos.

No quiero traer a nadie al mundo porque no quiero arrastrar a nadie a una vida de improvisaciones, al igual que quiero que quien me ame viva su vida como le salga de sus correspondientes genitales y no me haga buscar una estabilidad ni un orden que no tengo y que no me sale del puto coño tener.

Porque mañana llegará una guerra, se inundarán las ciudades, se acabará el agua o el petróleo o a mí me atacará un zorro albino y sería una pena irme sin haber hecho con mi vida lo que me salía del putísimo coño.