Hola chicas… sólo quería contaros algo que me acaba de pasar y es de estas cosas que piensas que les pasan a otros y que, además, les pasa por tontos. Hasta que te toca. Espero que mi experiencia le pueda servir a alguien. De antemano disculpad el tocho.
Pues si, como dice el título… Yo quería mi cuento de hadas y lo que he conseguido es una hostia que se ha escuchado en el País de Nunca Jamás…
Todo empezó hace unos meses, cuando una amiga y yo, por las risas (ja!) decidimos abrirnos una app de ligoteo ella versión hetero, yo versión rollo bollo. Yo nunca he sido de relaciones y siempre he sido clara, directa y sincera con esto. Pero apareció ELLA. La chica con la sonrisa más bonita que os podáis imaginar, no fui capaz durante un rato ni de deslizar para ver el resto de fotos que tenía y luego pensé «le doy al corazón, total…» Y cuál fue mi sorpresa que fue un Match. PERDONA?
Su descripción estaba en inglés, así que me puse el traductor de Google como página principal y a teclear… Ella es de New Jersey, trabaja en un barco para una empresa de petróleo y gas y ahora mismo anda en mitad de ninguna parte, tiene su romanticismo todo esto. Hablamos siempre que tenemos un rato, nos damos los buenos días y las buenas noches, nos contamos qué hemos comido, cómo nos ha ido el día, nos mandamos fotos… y, con el tiempo, me dice que quiere que estemos juntas. Obviamente, yo también quiero que estemos juntas, así empieza nuestra historia… Yo, que no quería ni oír hablar de relaciones, metida de cabeza en una a distancia y sin haberla visto en persona. La vida a veces es maravillosa y yo ¡QUIERO MI CUENTO DE HADAS! Porque de vez en cuando, también tenemos derecho a soñar con eso…
Durante una conversación random me cuenta que su madre está enferma y necesita un tratamiento, la digo que lo siento y que me vaya informando.
Pasan las semanas, yo vivo en una burbuja y me comenta que está muy preocupada porque no es capaz de hacer la transferencia para el tratamiento de su madre, que si puedo intentarlo yo, que confía en mi al 100%. Cómo no! Me da todos los datos de su cuenta y lo intento con resultado negativo, no sé puede… A mis amigas esto les parece raro, a mi no…
Sigue avanzando la relación como en una nube de unicornios y fantasía y me dice que está SUPER preocupada porque no puede hacer el pago del tratamiento de su madre y su salud empeora a pasos agigantados, que si le adelanto el dinero y cuando desembarque me lo devuelve, a mi esto me parece algo un poco fuera de lugar, pero empiezo a mirar como hacérselo llegar, a mis amigas les saltan todas las alarmas, a mi no ¡Si tengo todos los datos de su cuenta! Y porque, a esas alturas, estoy hasta las trancas…
Le cuento a mi mejor amiga que estoy mirando para pedir un minicredito y darle el dinero y ella, como buena amiga me dice que si es mi decisión me apoya a muerte, pero que le de un margen para «investigar» y que si todo es como yo creo ella se disculpa con mi chica y no toca más el tema (la pájara, sabía ella que no haría falta) y eso hace. Resumen de la investigación, TODAS sus sospechas se confirman hasta lo de darme los datos de su cuenta está inventado. ¿Qué hago yo? Enfadarme con mi amiga. Pero, aunque pueda parecer gilipollas e incluso actuar como tal no lo soy y me pongo a investigar yo también sus fotos por Internet y las encuentro… con otro nombre, otra nacionalidad y otra vida (lo que si coincidía, que cosas! es la ocupación).
En ese momento se me cae la venda y con ello me doy cuenta que no hemos hecho ni una videollamada, así que, conocedora ya de la verdad, la animo a hacer una que, obviamente, rechaza y me atrevo a decirla que la doy el doble del dinero que me pide si hacemos una… vuelve el no. Ahí ya la digo que sé toda la verdad y que tiene la oportunidad de explicarse. Después de esperar, lo hace y a mi me deja cierta sensación de alivio conocer los motivos, aunque no por eso menos jodida.
¿Qué he sacado de todo esto? El corazón hecho mierda, más desconfianza en las personas de la que ya tenía, un aumento sustancial de mi dominio del inglés y la certeza (más aún si cabía) de que tengo unas amigas que no merezco.