Primavera clara,

zapatitos nuevos de tacón,

¡ay coloraíto el corazón!

Buscaré un amor desde mi balcón…

A la mierda el amor y dame un puto desodorante. ¡Amigas, llegó el calorazo! Las temperaturas primaverales están empezando a cuajar y antes de que nos demos cuenta serán estivales. Y para las que tendemos a sudar como pollos a l’ast dando vueltas en el horno, comienzan las situaciones incómodas varias. Por ello, os dejo unos súper consejitos para que estéis preparadas para hacerle frente al sudor con uñas y dientes y salir airosas de la batalla contra el calor:

 

1. Café con leche descafeinado de máquina, por favor. Reduce el consumo de cafeína; la cafeína activa un neurotransmisor llamando aceticolina, que estimula las glándulas sudoríparas.  Además, alimentos como el chocolate, los cacahuetes, las especias y el ácido cítrico hacen que el sudor huela mucho más fuerte.

2. Si te pegas el zapato con superglue al pie porque temes que se te caiga y que todos a tu alrededor queden embriagados con el aroma a roquefort que sale de ahí dentro, utiliza todas las mañanas un spray desodorante de pies, que lo puedes encontrar en cualquier supermercado. Si la olorosidad propia de tus quesos siguiera sin resolverse, tira del famosísimo Fungusol (ahora se llama Funsol), unos polvos mágicos que se meten dentro del zapato y hacen que no huela.

3. Pégate un salvaslip en la manga de la camisa o camiseta, justo en la parte que hace contacto con la axila. Este remedio acaba con cualquier cerco sobaquero y evita que tengas que lavar dos veces la ropa.

 

4. Si sudas mucho, por la frente o por la cara en general, di adiós al maquillaje en crema y abraza los polvos de sol, serán tus mejores amigos para salir divina y bronceada sin sudar marrón y pegajoso. Los hay de todas las marcas, precios y tonalidades de bronceado.

5. La ropa que escoges es importante. Elige prendas holgadas de tejidos ligeros, como el algodón o el lino. La viscosa, lycra, elastán y demás tejidos artificiales hacen que el sudor se evapore con más dificultad y retienen el olor más fácilmente. ¡Evítalos!

6. Prueba la piedra de alumbre, tiene propiedades antitranspirantes, antibacterianas y antisépticas y es completamente natural. Si te acostumbras a llevar una en el bolso y cada vez que pases por el pipí room, te das una buena frotada en axilas, ingles, muslos y demás partes de tu cuerpo por las que sudas, podrás contar con una hora o dos más de tranquilidad.

 

7. Sustituye el agua de la típica botellita del curro, del gym o la que tienes por casa para ir hidratándote por una infusión de té verde. Los ácidos naturales del té verde son astringentes, y disminuyen la sudoración. Éste último es un truco «de los de toda la vida» que me enseñó una de mis tías abuelas. Al principio pensé que era un camelo, pero las señoras saben muchísimo de la vida y me tuve que quitar el sombrero porque funciona que te cagas.

8. Amiga, recuerda que el estrés, los nervios y la ansiedad hacen que el ritmo cardíaco aumente y que la adrenalina fluya por todo el cuerpo produciendo una sudoración intensa. Además, está demostrado que la sudoración por ansiedad huele todavía peor. Estas épocas de calor son el caldo de cultivo perfecto para que te de un soponcio en la oficina y te pongas a sudar como Peggy la cerdita. Intenta relajarte, y si no puedes ya sabes. ¡Llena el bolso de piedras de alumbre, salvaslips, Fungusol, polvos de sol y té verde!