¿No les parece SÚPER injusto que las adolescentes de hoy en día estén esquivando esa horrible fase, en la que todas nos ‘pintábamos’ como el culo, y vayan por ahí tan perfectamente maquilladas? Que tú cuando tenías su edad parecía que te habías maquillado con la escopeta de Homer, joder. No paro de ver niñas de 14 a 19 años con un contouring que ni la mismísima Kim K, con unos delineados que parece que van todas pa’ arquitectas y con un conocimiento de las marcas absolutamente abrumador, Y ME JODE. Me jode muchísimo. Porque en los 90 íbamos todas hechas UN PUTO CUADRO. Y eso si tu madre te dejaba maquillarte, claro, cosa que nunca pasaba, y no te quedaba otra que comprarte el khôl negro de Pinaud a escondidas y hacerte la raya en casa de tu amiga cuya madre era guay, pero limpiarte corriendo antes de volver para que nadie te viera.

Así que, por favor, niñas de 14 años: Guarden el puto contour kit y usen una base 3 tonos más oscura que su tono de piel como hemos hecho todas, joder. Es tradición. Es una fase por la que todas tenéis que pasar. NO ES JUSTO.

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Y aquí, de paso, un recordatorio de todas las cosas horribles que hacíamos en 1997 con nuestra cara y que, por cierto, más de una sigue haciendo, a ver si así os dais por aludidas:

– Usar raya negra SÓLO en la línea de abajo.

No tengo tiempo ni posts suficientes para explicarles por qué esto está mal. Hagan un favor a la comunidad y entiendan que su ojo es UN TODO, y no sólo la waterline inferior. Que hacer eso se ve sucio, sin sentido, que no favorece, no tiene lógica ni explicación más la de que eres una vaga infinita que pasa de currárselo un pelín más. Pa’ llevar eso, no lleves nada. Siento ser tan dura, pero es que esto me hace querer arrancarme los ojos.

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Así es como acabáis las que sólo os maquilláis la raya de abajo, pero sin la parte de ser Beyoncé y eso.

– Usar una base 30 tonos más oscura (o clara) que tu tono de piel natural o, mejor aún, aplicar todo tipo de coloretes, broceadores y correctores SIN BASE NINGUNA DEBAJO

Aaaaayyyy, ¡cuántos disgustos nos da la puñetera base de maquillaje! Todavía hoy, a nuestros early-30’s, seguimos equivocándonos al elegir una base adecuada. ¿Tan difícil es probárnosla y mirar el tono a la luz natural? Pues sí, eso parece. Que para broncearnos está el sol o el autobronceador, pero no tiene ni puto sentido que estés tan blanca que te quieran fichar para Crepúsculo y luego te maquilles con una base oscura. No, no lo tiene. Ser blanca es bonito, ser morena también, todo es bonito cuando eliges una base adecuada a tu tono de piel que te cubra las imperfecciones y realce tu belleza natural: ese es el objetivo.

Pero yo en los 90 no usaba base ni de coña. Yo no sabía pa’ qué era eso porque no tenía granos que cubrir como mis pobres amigas sufridoras de acné. Yo me ponía 3 kilos de colorete y bronceador directamente y tan pancha. Ahora tienen BB cream, CC cream y 80 mil opciones más donde encontrar una base favorecedora, cuando en mi época sólo existían los polvos de Maderas de Oriente y los sticks aquellos de Max Factor que era como maquillarte con Aguaplast.

-Sombras azules ‘a discreción’

Ojito que algunas marcas no superan este momento y siguen empeñados en que las sombras azules y verdes quedan bien. Y claro que pueden quedar bien, pero difuminadas con 4 sombras neutrales más y dando un pequeño toque de color bien integrado. Pero NO, nosotras éramos todo o nada, y en el 98 todavía quedaban resquicios ochenteros que nos animaban a ponernos sombra en azul eléctrico o verde agua turquesa lo más brillantes posible, CON PURPURINA. POR TODO EL PÁRPADO. HASTA LA CEJA. Y nos veíamos divinas. Increíble.

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Cameron nunca superó su actuación en La Máscara.

– No difuminar las sombras

No nos bastaba con utilizar esos colores HORRORÍFICOS, no, es que encima nos los poníamos CON EL DEDO y a plastones. ¿El pincel 217? No se había inventado aún, creo. Como mucho teníamos a nuestra disposición aquellas esponjitas maravillosas con palito que vienen con la sombra de ojos, y gracias. Luego te ponías unas horquillas de mariposas en el pelo y corriendo a la discoteca de tarde apestando a Halloween.

– Raya BLANCA

Sí, sí, no disimules, todas usamos alguna vez la raya BLANCA. Creíamos que nuestros ojos se verían tan grandes y luminosos como los de las princesas Disney… Recordando estas cosas a mí desde luego no me extraña que nuestra generación esté toda tan jodida de la cabeza.

Y los moñitos <3

– Cejas MEGA FINAS

¡Cómo nos volvía locas unas pinzas de depilar! Vale que ahora también hay una obsesión importante con las cejas, con llevarlas perfectamente maquilladas y tirando a gruesas… pero ya nos reíremos de eso también dentro de 20 años. La cuestión es que las cejas han marcado siempre una parte clave en nuestros estilismos, y en los 90s se usaban bien finitas y sin forma ninguna. Lápiz marrón (¡¡¡E incluso negro!!!) a tope apretando y divinas. Luego claro, cuando llegó Cara Delevigne y se empezaron a usar gruesas, nos vimos bien jodidas para que nos volviesen a crecer los pelos. Un minuto de silencio por todos aquellos que jamás volvieron a nacer.

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Desde luego, Gwen Stefani ERA los 90 en sí misma.

 

– Labios con gloss de purpurina y colores tornasolados

Bien nos gustaba un labio con volumen. Era el apogeo de la silicona y las Vigilantes de la Playa lucían sus implantes labiales (y tetiles) con orgullo y alevosía. Pero claro, nosotras teníamos 15 años. No teníamos permiso para maquillarnos, menos aún para ponernos silicona. Así que nuestro gran aliado era EL GLOSS. Cuanto más brillante, baboso y pegajoso, más nos gustaba. Yo llegué a ponerme aceite de oliva para que brillaran a tope en las fiestas del barrio, no les digo más. Y cuando había que dar color, ahí estaban nuestras queridas barras frosted en colores psicodélicos, rosas tornasolados, plateados y dorados… ¿Pero cómo nos dejaban salir así a la calle?

 

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Hasta Beyoncé tiene un pasado. Lo de Pamela… bueno, nunca tuvimos fe en Pamela

 

Pues todos estos horrores, sumados a los peinados estrambóticos que nos hacíamos, las mechas gordísimas en rojo y la plancha aquella del pelo que te lo dejaba rizado tipo zig-zag, eran nuestras pintas de hace 20 años. Y a pesar de todo el horror que ahora nos provoca y de la vergüenza ajena… ¿no es maravilloso poder decir que tuvimos una adolescencia real, con sus inocencias y sus experimentos? Está genial que ahora las chicas tengan acceso a tantísima información que nosotras no tuvimos pero… ¿no os da un poco de pena que les hayan ‘robado’ esta fase por la que nosotras pasamos? Aunque sabiendo como es esto de las modas, es probable que mañana nos estemos riendo de las pintas que llevamos hoy, pero eso sí, las risas no nos las podrá quitar nadie.

UF.