Seeeeeeñoraaaaas y señoooores, hoy traemos un verdadero duelo de titanes, de buenorros, de empotradores: Clint Eastwood padre vs. Scott Eastwood hijo. ¿Quién ganará? ¿Quién perderá? ¿En quién pensaré en mi próximo monólogo sexual? La respuesta a estas preguntas es toda una incógnita, pero la diversión está asegurada (sobre todo en la última).

Por un lado tenemos a Scott, el hijo pequeño de la familia. Lo bueno es que nadie puede decirle a la madre que se chuscó al butanero, porque el parecido con su padre es de agárrate y no te menees.

AY AMIGAS, QUE SE ME CAEN LAS BRAGAS.

¡SI VOY CON LO QUE TE DOY!

No sabes si está pensando, si ese está oliendo la sobaquina o qué, pero te da igual porque MIRA SUS BRAZOS.

PROS: está muy muy muy muy muy muuuuuy bueno.

CONTRAS: actuar no es su fuerte, pero como modelo lo peta.

Y en el otro lado del ring tenemos a su predecesor, el hombre que inventó la cara de mala hostia, el señor que te imaginas cuando piensas en películas del oeste… EL INIGUALABLE CLINT EASTWOOD.

¡LOS CLÁSICOS NUNCA PASAN DE MODA!

Tiene pinta de ser de los que te comen la parrusa hasta cuando tienes la regla, porque Clint no le tiene miedo a nada.

Como dirían en Juego de Tronos, la semilla es fuerte…

Esos gestos, esos ojos, ese carisma…

PROS: ¿Hace falta decir lo evidente? Él sí que es un truhán y un señor (y un actorazo).

CONTRAS: Que tiene 87 años (88 el 31 de mayo) y no creo que esté para fiestas.

¿Y tú con cuál de los dos te quedas?