Sí, amichis… hemos llegado a esa época del año en la que lo más importante del mundo es la fucking operación bikini y llegar «perfectas» y tonificadas a las playas y piscinas. Y a mi me sangran los ojos y me duele el corazón al ver que intentan llenarnos la cabeza con pensamientos horribles sobre nuestros cuerpos, pero esta publicidad de un tratamiento anti-celulítico se lleva la palma de la toxicidad (gracias @ratelain por informarnos -encima está en mi ciudad, me dan ganas de ir a montar un escrache o algo, joder-):

Señores publicistas, que estamos en 2018 y este tipo de cosas deberían estar superadas o, por lo menos, ser un poquito más sutiles… que ya sabemos que el mal muta, se adapta a las nuevas circunstancias y todas esas cosiñas tan horribles de nuestro tiempo. ¿Pero para qué andarnos con subterfugios si podemos sacar provecho hasta de la mala publicidad? Pues en estas estamos, en plena época de la supuesta revolución body positive da mucha rabia que semejante barbaridad pueda incluso llegar a pasar desapercidida porque, como siempre, son asuntos que tenemos demasiado interiorizados como para que llamen la atención, por eso nos parece tan importante seguir denunciándolo. 

¿De verdad que a estas alturas alguien sigue pensando que las mujeres vamos a dejar de ir a la playa o de hacer lo que nos salga del mismísimo chichi por tener celulitis?

9 de cada 1o mujeres tenemos celulitis y, ¡oh, qué sorpresa!, las playas siguen a tope de señoras tomando el sol, bañándose, jugando a las palas y pasando tres pueblos de toda esta mierda que algunas empresas quieren seguir perpetuando para seguir haciendo negocio con nuestras supuestas imperfecciones. Siguen queriendo crear complejos donde no debería haberlos para frustrarnos y mantenernos como consumidoras de un modelo de belleza irreal y aspiracional. ¿Lo peor? Que lo hacen sin ningún tipo de pudor y sin plantearse todo el daño que pueden estar haciendo a la sociedad. Luego, si eso, ya pedirán perdón y, en el mejor de los casos, retirarán esa publicidad engañosa y nefasta.

Lo que me parece increíble es que las farmacias, que se supone que deberían ser establecimientos serios que velan por nuestra salud física y (importante) psicológica, se presten a algo así. Que sí, que estamos siendo bombardeadas constantemente con publicidad de dietas milagro y de productos adelgazantes, tonificantes y mil caralladas más relacionadas no con la salud, si no con la obsesión por una perfección corporal que no se corresponde con la realidad. Pero esto pasa de castaño a oscuro por lo evidente del mensaje. «No te pierdas ningún plan por culpa de la celulitis», ya se sabe que si tienes celulitis lo mejor que puedes hacer es quedarte en casa llorando y escondida bajo capas y capas de ropa que escondan esos agujeros tan terribles que te salen en las piernas y en el culo. Repito, año 2018 y yo me imagino cientos de establecimientos farmaceúticos con esta publicidad tan tóxica y me explota la cabeza.

Le tapo la oferta porque solo faltaba...
Le tapo la oferta porque solo faltaba…

Me parece genial que haya personas que quieran reducir la celulitis de sus piernas y que se siga investigando y comercializando determinados productos, pero hay que tener mucho cuidado con el mensaje y la imagen que se publicita, ser responsables y pensar en las consecuencias que puede llegar a tener en la construcción de estereotipos relacionados con las corporalidades. De verdad, basta ya de estas mierdas porque es una auténtica vergüenza.