Ojalá deciros que fue por ayudar a la mujer, por enseñarle el cerdo que tenía por marido y por sororidad, pero no, siendo sincera conmigo misma, fue por venganza. 

Llevaba un tiempo acostándome con un compañero de trabajo, al principio no sabía que tenía mujer y cuando lo supe, me dio un poco igual, porque yo solo buscaba sexo y tampoco pensé que nuestro rollo se fuese a alargar mucho más. 

Me lo dijo una compañera de trabajo. Cuando vio nuestro tonteo, vino corriendo a avisarme de que él era un pieza, que tenía mujer y que lo había intentado con algunas de la oficina. Yo me hice la loca y le dije que no había nada entre nosotros, que sí que era verdad que él me buscaba un poco, pero que yo no quería que pasase nada. 

A partir de entonces, fuimos más discretos en el trabajo, pero conforme fue pasando el tiempo, yo me fui pillando de él, y cuando me quise dar cuenta, estábamos haciendo planes de pareja a escondidas. 

Que si nos vamos de fin de semana, que si vamos a una ciudad lejos para ir al cine, que si me invento viajes de trabajo para hacer una escapada…

Un día le quise confrontar el tema de su mujer, pero salió muy mal. Se puso muy a la defensiva, prácticamente me llamó puta y después de esa discusión pasó a estar muy frío. Fue como si “lo dejáramos”. 

En el trabajo estaba como siempre, con la diferencia de que empecé a ver cosas con otras mujeres. Fui a buscar a la compañera que me había avisado y me confirmó lo que ya me temía, había sospechas de que estaba liado con, al menos, dos mujeres más. 

Me dio mucha rabia, muchísima. Él me dijo que aparte de con su mujer, solo estaba conmigo, que esto era la primera vez que le pasaba y demás mentiras. Así que decidí saltarlo todo por los aires. 

Me pasé todo un día calentándole, siendo muy poco discreta en el trabajo, enviándole mensajes subidos de tono, alguna foto… Él enseguida me siguió el rollo, me dijo que me había echado de menos y que a ver cuando nos veíamos para resolver lo que estaba pasando. Le di la dirección de un hotelito con jacuzzi en las afueras y quedamos allí dos días después. 

Yo fui antes de la hora a la que habíamos quedado, dejé mi teléfono grabando y también la cámara del portátil desde otro ángulo. Me puse mona y esperé a que viniera. 

Cuando llegó nos acostamos y me esperé a que se fuera al baño para recoger el teléfono y el portátil. Se duchó, nos despedimos y se fue a casa con su mujer. 

Tenía ganas de enviarle tal cual los vídeos, pero ya que estaba, me cubrí un poco las espaldas, porque no sabía donde podían terminar esas imágenes cuando ella se enfadase. Edité los videos escogiendo planos y momentos dónde a él se le veía perfectamente la cara pero a mi no, quedó un clip de 2 minutos que guardé en un pen.

Una búsqueda rápida me dio el usuario de Instagram de su mujer, me hice uno falso y, después de esperar dos semanas, le mandé el video con la opción de que pudiera verlo solo una vez. Así me aseguré de que tampoco me podían acusar directamente, él no podría saber cual de sus líos era y no creo que ella se quedase con muchos detalles de la chica en cuestión. 

Cuando vi el mensaje de “visto” en el vídeo que le había mandado, se me aceleró el corazón y me puse nerviosa. Vi que ponía “escribiendo…” pero no me llegó a poner nada. Yo le puse “Lo siento mucho”. La bloqueé y borré el Instagram. 

De él sólo sé que al día siguiente no vino a trabajar y después me enteré de que se había cogido una baja por depresión, que no sabían cuando iba a volver. Yo no volví a escribirle y me desentendí completamente. 

Oí rumores de que se estaba separando, empezaron a salir chicas con las que se había estado liando o con las que lo había intentado. Los rumores llegaron a dirección y no sé si lo despidieron o si decidió irse, pero, en cualquier caso, no volvió a la empresa. 

Cuando pienso en lo que hice, tengo sentimientos contradictorios. Por un lado pienso que hice bien, porque libré a su mujer y a las demás chicas de ese capullo, por el otro, creo que hice mal porque lo hice por despecho. Pero también pienso que era el mejor final para una historia de mierda. No debería haberme liado con alguien casado, pero ya que lo había hecho, creo que lo mejor que podía hacer, era lo que hice. 

Anónimo

Envía tus movidas a [email protected]