Hasta ahora nos estábamos acostumbrando a ver modelos de tallas grandes al uso en las revistas que hasta hace dos días solo se promovían los cuerpos especialmente delgados. Tara Lynn, Candice Huffine o Robyn Lawley acaparan portadas de medio mundo y eso nos encanta. Pero que Tess Holliday haya llegado a los grandes medios es un logro todavía más potente. Sabemos que tiene muchos detractores y en este artículo Tess deja claro que ella también lo sabe, pero no por ello va a dejar de trabajar por la diversidad de cuerpos en el mundo de la moda.

tess marie

Ojito a declaraciones en Marie Claire como:

‘La gente (especialmente en Inglaterra, mucho más que en USA) cree que somos asquerosas. Piensan que por gordas somos automáticamente vagas y no tienen ni idea de que me paso el día sin parar’.

‘Soy una persona normal, pero hay gente que me ve como un personaje, como si no fuera real y no tuviera sentimientos. Y eso provoca que piensen que me pueden tratar como quieran o decirme lo que quieran porque no me va a doler.’

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La mayoría de voces en contra aseguran que Tess está enferma y no debería ser un modelo a seguir para las niñas porque lo único que hace es promover la obesidad e incitar a la gente a que esté obesa. A mi esta teoría me resulta particularmente muy absurda. Las mujeres como Tess EXISTEN y merecen tener una modelo que las represente. No por el mero hecho de existir se promueve nada, y permitidme que dude, pero es que no creo que nadie vea a Tess y quiera engordar hasta estar como ella. Creo que el pensamiento de la gente es: joder, si ella se quiere yo también debería hacerlo, y eso no hace nada más que bien a la cabecita de cualquier persona.

Nosotras creemos en la diversidad. Y la diversidad no es otra cosa que sobre la pasarela o al abrir una revista puedas encontrarte modelos de la talla 34, de la 40, de la 48 y de la 52. Porque existen mujeres de todas las tallas, de todas las razas, y todas merecen ser representadas.

tess marie claire

Sobre el polémico titular, estoy totalmente con Tess y me juego el cuello a que la mayoría de los que la insultan agacharían la cabeza si la tuvieran frente a frente, y muchos de ellos en realidad esconden un claro interés por las mujeres de talla grande. Un gusto con el que no se sienten cómodos y por el que sienten que tienen que rebelarse para disimular.

Claro que Tess no tiene un cuerpo normativo, es obvio que tampoco es la viva imagen de la salud, pero la revolución que está encabezando es totalmente necesaria y esperamos que nunca se deje amedrentar por todos los que solo quieren hacer daño. Cada uno que se dedique a ver su mierda interior, y todos felices.