Hace un mes estaba hecha un mar de lágrimas escribiendo un post en este foro hablando cómo había descubierto que mi follamigo de un año, aquel del cual yo estaba enamorada y con el que hacía cosas de novios sin ser novios, estaba tirándose a otra. Ahora os cuento mi experiencia de cómo mi follamigo y yo nos hemos reencontrado después de cuatro semanas sin vernos.
La culpa la tuvo un concierto. Habíamos comprado las entradas para ir juntos en verano, y el concierto era en diciembre.
Cuando sucedió todo, yo dejé de hablarle, a pesar de que él me hablaba todos los días, luego él dejó de hablarme a mí. Teníamos un tira y afloja ahí que siempre hemos tenido. Ambos somos orgullosos y cabezotas, y admitir que nos echábamos de menos, a pesar de que nos habíamos hecho daño (más él a mi que yo a él. Él estaba dolido porque le dejé de hablar) nos costó.
Mis amigos decían que no fuera al concierto, pero yo quería ir, así que tomé la decisión de ir por mi cuenta. Y como no podía ser de otra forma, nos encontramos.
Cuando lo vi estaba fumándome un cigarro en la cola mientras bicheaba el teléfono. Vi una sombra acercarse, ponerse a mi lado, y cuando levanté la vista, ahí estaba él. No sé cómo sería mi cara, pero el aire se me fue de los pulmones. Nos quedamos mirandonos mucho rato, sin decir nada, solo observándonos. Para mí fue eterno, hasta que él dijo hola y rompió el hecbozo. Le di dos besos. Lentamente. Y comemzamos a hablar de cosas sin sentido, alguna frase aqui y allí, sin mirarnos a la cara.
Entramos al concierto, y fue como ir a otro mundo. Mientras el grupo tocaba íbamos comentando cosas, sonreímos, hicimos fotos. La tensión que había se esfumó por arte de magia. Al salir, ambos estábamos eufóricos, tanto que decidimos ir a cenar juntos.
Nos pedimos unas copas, unas tapas, y hablamos y reímos y nos contamos lo que hicimos en este mes. Fue como antes, sin serlo. Era como una burbuja pequeña donde por unas horas nos metimos y olvidamos todo lo ocurrido. La química, el entendimiento, las sonrisas, las caricias. Todo seguía allí, despues de un mes, nada había cambiado… aparentemente.
Pero todo cambia. Yo cambié.
Y ahí gue que me di cuenta de que ahora no dejaba que me tocara. Que cuando se acercaba, supongo que inconscientemente, a decme algo o a sujetarme del brazo, yo metía las manos en mis bolsillos y reculaba. Porque cuando me vio y me dijo que estaba guapísima, solo pensaba si también se lo decía a la otra, si es que seguían teniendo sexo. Porque cuando comentó alguna que otra experiencia sexual entre nosotros, yo quería cambiar de tema. Porque él actuaba normal, y yo actuaba valorando cada uno de sus movimientos porque si, sigue siendo la persona que mejor me conoce, pero hay algo que me retiene a verlo con los mismos ojos de antes.
Había química, magia, intimidad, incluso tensión sexual, pero… solo no me vale. Yo lo quiero, pero no puedo olvidarlo.
Me llevó a casa. Me besó en la comisura de la boca, y tal vez pude besarle, o besarme, no lo sé. Solo sé que esta mañana desperté con sus fotos en mi teléfono del concierto despues de un mes sin hablarnos, que llevamos todo el.dia intercambiando videos, mensajes, de forma espaciada… y que no sé si esto va a acabar bien o mal.
Solo sé que es mi amigo. Mi mejor amigo. Pero si lo es, ¿porqué no consigo perdonarle del todo?