Hoy estoy muy enfadada con el mundo. Estoy triste, estoy rabiosa, quiero tener una máquina o un botón que me de derecho a opinar y darle atrás en el tiempo y tomar la decisión para todos nosotros de que quiero vivir en un mundo en el que todavía estén con nosotros Alan Rickman y David Bowie.

david-bowie-success-anxiety

aanaaaa

Comenzamos la semana con la nefastísima noticia de que David Bowie, 69 años y víctima del cáncer, nos dejaba. Sin que nadie lo supiera, la enfermedad se lo había estado carcomiendo durante meses. Apenas un par de días después, misma edad, misma enfermedad, nos vuelve a golpear con la para nada esperada muerte de Alan Rickman. Del mismo modo, nadie tenía idea de que esto podía pasar. Anunciar una enfermedad implica que te van a homenajear en vida para luego, poco a poco, olvidarte. Por eso han sido dos duros golpes seguidos, porque pensábamos que íbamos a tenerlos más tiempo en este mundo, y no ha sido así.

rickman5

Ha empezado la época de nuestras vidas en las que esto va a pasar, y yo creo que no éramos conscientes hasta esta misma semana. Mucho se ha escrito estos días de por qué nos duele más la muerte de una celebridad de este calibre que, a lo mejor, de gente o conocidos cercanos (no digo familiares o amigos). Alan y David (sí, los tuteo por el nombre de pila) formaron parte de nuestro crecimiento, de las personas que somos hoy en día y ahora, que nos hemos hecho mayores, nos toca enfrentarnos a la fatídica parte de la edad adulta: ir perdiendo a quien creció contigo.

laby

Todavía recuerdo cuando tuve varicela y me alquilaron el DVD de Dentro del laberinto. Qué miedo tuve, qué mal lo pasé, ese señor me asustaba y fascinaba a partes iguales, como hacía a la joven Jennifer Connelly. Misma sensación viví cuando veía sin parar el Robin Hood, príncipe de los ladrones de Kevin Coster. Ese Sheriff de Nottingham malérrimo que se convirtió en mi villano favorito durante toda la infancia. Pasé años repitiendo las frases de Alan Rickman (quería cancelar la navidad…).

 robin-hood-prince-of-thieves-1991-720p-brrip-h264-aac-mp4_snapshot_02-20-43_2012-02-09_00-41-55

Pero fuimos creciendo, y ellos también. Descubrimos que Bowie era más que Jareth rey de los Goblins, y Alan Rickman había dejado de ser el malo de La Jungla de Cristal para pasar a ganarse el corazón en el colectivo por darle cara a Severus Snape en la saga Harry Potter. Nos hicimos mayores, pero ellos no se fueron nunca, sino que nos acompañaron en el camino. Nos enamoramos de Alan en Love Actually, nos reímos con él en Dogma, deseamos estar casados con alguien así cuando lo vimos en aquel videoclip de Texas… Todo ello mientras en nuestro móvil sonaba Let’s dance o cantábamos Life on Mars a gritos en el Singstar y en nuestras camisetas aparecía Ziggy Stardust.

 TexasAlanRickman-InDemand2000AC-3DVD0404

No sabíamos todo lo que significaba, hasta esta semana.

El lunes, cuando me enteré de la muerte de Bowie, me metí bajo el chorro de la ducha mientras sonaba ese cd de Grandes éxitos que tengo desde hace años. Sonaba Space Oddity y las lágrimas se me caían bajo el agua caliente mientras le cantaba al Major Tom. Hoy, hoy quiero cerveza de mantequilla en mi nevera, sacar la jarra, ponerme la bufanda de Slytherin y brindar por cada vez que Alan en pantalla dejaba su rostro tosco y sonreía al final del plano.

 desktoprickman

Va a ser triste seguir creciendo sin vosotros.