Y es que precisamente en Japón no hay obesos, como se puede evidenciar en contenidos temáticos sobre Japón, su cultura y curiosidades de la mano de Japón Alternativo, un blog especializado en el tema. Y no los hay no porque sean cuidadosos con todo lo que comen durante toda su vida ni porque no se comercialicen en el país productos ultraprocesados y refrescos, ya que es tal vez uno de los países donde la disponibilidad de todo tipo de productos alimenticios abunda.
Se trata, más bien, de una cuestión cultural, política y de buenas costumbres que forman parte hoy de la personalidad y el carácter de los propios japoneses.
Japón, en datos
Mientras países como Estados Unidos enfrentan uno de los problemas de obesidad más graves de los últimos años, donde se estima que en el corto plazo ya hasta un 40% de la población estaría lidiando con esta cuestión de salud, en Japón apenas se llega al 3,7% de personas con alguno de los tantos tipos de obesidad.
Así, Japón es, dentro de los países desarrollados, el que mejor ha hecho las cosas para combatir la obesidad, o mejor dicho, para no fomentarla gracias a políticas claras y a un sistema educativo y laboral bien engranado.
La obesidad en Japón
Hay países desarrollados donde la obesidad no es considerada una enfermedad. La OMS, por ejemplo, sí la considera. La razón de que algunos países no lo consideren de esa manera tiene que ver con el gasto público, ya que en Japón, donde sí es considerada una enfermedad, las personas que sufren de obesidad tienen derecho a recibir tratamientos financiados por el Gobierno nipón.
Sin embargo, para que esto sea posible, la empresa en la que trabaje dicha persona deberá encargarse mediante el pago de más impuestos de hacer posible el tratamiento de su propio trabajador.
Esa cuestión ha llevado a que el sistema laboral y el sistema educativo de Japón tengan normativas de acción muy claras para mantener a raya a la obesidad, tal cual lo han hecho hasta ahora. Todas esas iniciativas se han enmarcado, mayormente, en la Campaña Salud Japón 21.
Shokuiku, la educación alimentaria de los más pequeños
Shokuiku es una ley que se enfoca en regular la educación primaria en Japón. Una de las tantas. Su principal campo de acción tiene que ver con la alimentación, donde diariamente y durante toda la etapa académica, los niños aprenden sobre la comida, los valores nutricionales, cómo confeccionar comidas saludables para ellos mismos y sus familias, además de contener un marco legal estricto bajo el cual se han prohibido los dulces, los alimentos ultraprocesados, los refrescos y las máquinas expendedoras en todos los centros educativos de Japón.
Vigente desde el año 2005, es una ley que ha transformado para siempre la conciencia y la forma de alimentarse de los japoneses.
Metabo, la ley más influyente en el combate de la obesidad en Japón
Metabo es la segunda gran ley que compone a la Campaña Salud Japón 21. En este caso, hace referencia a la obligatoriedad de las empresas -para personas laboralmente activas- y sistemas de seguridad social -en el caso de ancianos- de tomar frecuentemente las medidas de la circunferencia de la cintura, para poder asegurarse de que se mantienen dentro de los rangos normales.
Todo aquel japonés que tuviera un indicador de circunferencia de cintura mayor al contenido en dicha ley, deberá adoptar hábitos saludables y mejorar la calidad de su alimentación.
Desde luego, Japón es también un país conocido por sus fuertes costumbres. Muchas de ellas, también han contribuido. El consumo del té verde, las porciones de comida que son más pequeñas que en otros países desarrollados, el uso de ingredientes naturales y saludables en general, al igual que tener hábitos para no comer hasta la saciedad, pudieran indicarse como relevantes para entender el envidiable fenómeno de una obesidad por debajo del 4%.