Hace unos meses Netflix sacó una nueva serie que despertó totalmente mi curiosidad. Se trata de la serie Bonding. En ella, Tiff, una estudiante universitaria que es dominatrix en su tiempo libre, se reencuentra con su mejor amigo Peter y le contrata como asistente. Con este argumento, quién me iba a decir a mi que lo que más valoraría de esta serie es la importancia de la amistad.

Tiff es una obsesa del control que dedica su día a día a la universidad y a su trabajo como dominatrix. Se muestra como una mujer fría y dura que se cree totalmente autosuficiente. Por lo que sus relaciones sociales se basan únicamente en su mejor amigo Peter. Peter en cambio, es un gay inseguro que vive con su tío y trabaja en una cafetería, pero en el fondo, aspira a ser cómico algún día.

La serie se ve en un suspiro, ya que forma parte del nuevo formato de series con pocos capítulos y sólo 15- 2o minutos de duración. Por lo que os animáis a verla, en una tarde os la habéis ventilado. No es sea una gran serie, pero sí que te engancha de una manera fascinante, porque realmente cada capítulo es más rocambolesco que el anterior. No voy a hacer spoilers, pero os juro que me ha fascinado la diversidad de gustos sexuales que puede tener una persona.

A parte, la serie está basada en hechos reales al ser autobiográfica. Está basada en la experiencia del director como asistente de una dominatrix al llegar a Nueva York por primera vez cuando era estudiante. Lo cual todavía hace que me guste más, porque lo que pensaba que era algo surrealista, resulta tener su razón de ser. Pero sin lugar a dudas, lo que más me ha gustado, es el trasfondo de la serie. Y no es más que otro que un grito a la importancia de la amistad.

Los dos personajes no pueden ser más diferentes, polos opuestos diría yo. Por eso, me gusta ver cómo son capaces de empoderarse uno al otro, sabiendo que el otro les apoya de manera incondicional. De esta manera, resolverán conflictos del pasado entre ellos y conseguirán avanzar en sus vidas personales. Y es que al final, por muy frío o tímido que seas, nadie quiere estar solo. Y es aquí donde los amigos juegan un papel tan importante en nuestras vidas. Ya que son esas personas con las que puedes ser 100% tú, en las que confías con los ojos cerrados y que se mantienen a tu lado en todo momento.

Como he dicho, no considero que sea una obra de arte. Pero sólo por hacerme sonreír, echar alguna que otra carcajada, alucinar con algunas prácticas sexuales y pensar en lo mucho que quiero a mis amigas, merece la pena verla.