Bruce Jenner se llama ahora Caitlyn. O mejor dicho, Bruce Jenner es ahora Caitlyn, como podemos ver en las fotos del reportaje que la revista Vanity Fair de julio publica sobre esta  mujerona recién renacida. Bruce era un ex atleta conocido por su medalla de oro en los JJOO de Montreal 1976 pero es ahora cuando, por fin, siente que es quien siempre ha querido ser.

“Esta sesión de fotos es sobre mi vida y quién soy como persona. No es sobre el fenómeno fan, ni sobre personas animando en un estadio, no es sobre salir a la calle y recibir palmaditas en la espalda. Esto era sobre mi vida”.

Reconoce haber tenido un ataque de pánico tras las 15 horas de cirugía facial a las que se sometió en el mes de marzo: “pensaba: ¿Qué acabo de hacer? ¿Qué he hecho a mí misma?”. Sin embargo, estos pensamientos no han vuelto, y Caitlyn afirma que ha tomado la decisión correcta, que no se habría perdonado acabar su vida sintiendo que nunca se había enfrentado a la persona que realmente era.

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Caitlyn sentía que, siendo Bruce, vivía en una mentira constante al ocultar al mundo lo que realmente pasaba en su interior y que ahora, por fin, comienza una vida nueva sin mentiras, sin secretos, sin cargas. Espera que esta sea una oportunidad también para corregir errores del pasado y ser mejor persona, por ejemplo, mejor madre de lo que había sido hasta ahora.

Cuenta que aún no se ha acostumbrado del todo al cambio de nombre y que a veces aún habla de sí misma como Bruce, por lo que entiende que el resto del mundo también lo haga. La transición está siendo progresiva, pero Caitlyn está contenta y relajada con su nueva identidad.

                “No estoy haciendo esto para ser interesante, lo estoy haciendo para vivir”

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Y es que por fin se ha atrevido a dar el paso a ser la persona que sentía que era, por fuera y por dentro. Una historia inspiradora que nos recuerda que lo importante que es en la vida aceptar quién somos, pero también atrevernos a ser quien queremos ser.

Una gran parte de estar a gusto con uno mismo pasa por aprender a querer y a aceptar  la persona que vemos en el espejo por las mañanas, sí, pero  también por mirar hacia dentro, hacia lo que sentimos, lo que soñamos, hacia la persona que queremos ser y la vida que queremos vivir.  Entender lo que queremos cambiar, que lo hacemos por nosotros y solo por nosotros mismos y atrevernos a hacerlo también forma parte de aceptarnos porque, ¿qué mejor manera de querernos que atrevernos a ser nosotros mismos?

Me parece admirable ser capaz de dar un paso tan grande como el de Caitlyn, enseñando al mundo que si sólo vivimos una vez tenemos derecho a colorear como queramos nuestra página en blanco, que independientemente de las dificultades, de presiones sociales o de opiniones ajenas, está en nuestras manos el levantar la voz y enseñar al mundo quién somos por encima de nuestros miedos. Y es que pocas cosas me parecen tan inspiradoras como  las personas capaces no sólo de comprender quién quieren ser, sino también de atreverse a serlo.

 Todas las fotos son de Vanity Fair