Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Vicente Aleixandre, Eduardo Mendoza, Miguel Delibes, Camilo José Cela y un largo etcétera de señoros que sin duda conocemos y posiblemente hemos leído. ¿Y si os digo que quizá no les conoceríais si no fuera por una mujer? : Carmen Balcells, ni más ni menos, que la editora más importante de las letras hispanas.

En este cuarto Herstory quiero acercarme a su figura por inteligente, por empresaria y por gorda, porque me apetece mostrar mujeres fuertes e importantes con un físico no normativo, porque todas sabemos que es mucho más difícil llegar alto si no cumples con los estándares de belleza inculcados en nuestra mierda de sociedad.

Nuestra protagonista nació en el maravilloso 1930 en un pueblito de Lleida; sus padres eran pequeños propietarios rurales y hasta pudo ir a la escuela (algo no tan común por aquella época); además no se encuentran muchos datos sobre cómo pasó la Guerra Civil y la Posguerra; eso sí, ella siempre dijo que no quería acabar como sus progenitores (los pobres se habían arruinado) y que quería dinero precisamente para no tener que pensar más en él.

Cuando tenía 16 años se muda a Barcelona y estudia en la Escuela de Altos Estudios Mercantiles, puesto que no tenía pensado dedicarse al mundo de la literatura. Su carrera realmente empezó cuando su admirado Joaquim Sabriá le ofrece un puesto como agente literaria en la Agencia del escritor V. Horia. Pero el chaval se pira a París y ella se queda con una mano delante y otra detrás, así que ni corta ni perezosa se funda su propia agencia: Agencia Literaria Carmen Balcells.

¿Su principal problema? No sabía inglés (como veis los dramas del presente también los tenían hace 60 años) pero se pone como una loca a leer todos los autores castellanos y traducidos.

Esa cultura y su inteligencia le hacen gestionar los derechos de traducción de muchos escritores extranjeros, y poco a poco fue ganando más popularidad y valor: Carmen, sola, se estaba haciendo un hueco en uno de los mundo más machistas y complicados del panorama cultural (ole tus ovarios tía, bueno tus ovarios y tu astucia, inteligencia, compromiso y cultura).

Y así, a lo largo de los 60, llega su culmen: comienza representando a Luis Goytisolo y le siguen un sinfín de autores latinos como García Márquez, Cortázar, Isabel Allende, Eduardo Mendoza, etc. Además y por lo que Carmen llegará a ser mundialmente conocida es porque consiguió que los escritores no tuvieran contratos abusivos con sus editoriales (es decir, que no hicieran contratos vitalicios) y que fueran ellos los que cobrasen los famosos «derechos de autor», promoviendo ese grandioso «boom» latinoamericano con obras de la calidad de Rayuela o Cien años de Soledad . Lo que nos habríamos perdido chavalas.

Además fue una gran precursora y muchos de sus logros son las formas por las que se rigen hoy en día las editoriales, por ejemplo, en el hecho de que las autoras tengan adelantos o que conozcan el número de obras que van vendiendo.

En el 81 funda otra la agencia RBA de la que se irá poco después. En el año 2000 anuncia su retirada (aunque volvería en 2008 porque desde que se fue, muchos autores se habían ido también de su editorial), y es que ¡le habían otorgado la Medalla de Oro de las Bellas Artes y obtuvo el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Barcelona! (chss, la que no sabía inglés y mírala, aquí, con sus ovarios)

Debemos ser conscientes de que llegó a representar a 6 Premios Nobel de Literatura (que sólo lo han ganado 15 mujeres, ejem ejem) y llegaron a concederle más de 6 premios. Uno de los rasgos más característicos es que sólo concedió 8 entrevistas en su vida, el «misterio» de su persona era algo que admiraba y sorprendía a partes iguales.

Y como todas las grandes personas se nos fue en 2015, con un legado y una editorial de las más grandes, valoradas e influyentes del mundo. Así que gracias Carmen, por ser la hacedora de las escritoras y los escritores con las prosas y los versos más bonitos del mundo.