CUANDO LOS REYES MAGOS VIENEN DE ORIENTE, PERO LOS CONTENEDORES CHINOS NO.

Quién nos iba a decir que después de una pandemia, una Filomena, un volcán, y no sé cuántos desastres inesperados más, al destino todavía le quedarían cartuchos en la recámara… Ahora resulta que ha decidido cambiar de ubicación el Triángulo de las Bermudas. Lo ha puesto justo-justo en la trayectoria de los contenedores que salen de China hacia el mundo. Y precisamente, antes de Navidad. ¡Cómo me alegro de no ser parte del trío de los Reyes Magos! Porque este año lo tienen difícil de narices para llegar en fecha. Igual si cambian los camellos por unos Coronavirus… que esos sí que se repartieron por el mundo a toda hostia y salían del mismo sitio. 

Que los Reyes Magos son eso, magos, y no tienen ningún problema. Pero es que yo llevo ya unos cuantos años echándoles una mano… (Ssshhh… que esto es un secreto…) y yo de maga tengo poco. 

Las autoridades ya han avisado a los ayudantes que tengamos este colapso en cuenta y hagamos los encargos con antelación. Así que a mis hijos este año les he pedido que la carta la hicieran con tiempo. Se les ha hecho raro escribirla en pleno agosto y en la playa… pero más raro se les va a hacer cuando en pleno invierno les traigan colchonetas, pistolas de agua y una máquina de helados. 

Para los familiares adultos ya tengo todo listo. Llevan los regalos envueltos un par de meses. Va a ser tanta sorpresa para ellos como para mí porque ya ni me acuerdo de lo que compré.  Una pena que para cuando los abran hayan cambiado hasta las tendencias. No importa… lo vintage está de moda. También podía haber esperado y comprado más cerca de la fecha lo que hubiera encontrado cerca de mi casa. Pero eso era mucho riesgo que no podía asumir. ¡A saber lo que habría encontrado!

E hice bien… porque el otro día, dando una vuelta por el centro para ver las luces navideñas, vi un montón de tiendas cerradas. Será que no les ha llegado el género que venía en esos contenedores y han tenido que cerrar. Aunque muchas eran de artículos artesanos y locales… También me sorprendió no ver a la gente con bolsas como veía antes. Lo que sí vi antes de salir, fueron dos transportistas que me trajeron a casa 8 paquetes. Más majos… ¡me los traen hasta los domingos a las 9 de la noche! Se nota que trabajan por vocación. 

El caso es que, aun haciendo los deberes con tiempo, todavía hay cosillas que no me han llegado. Así que: Queridos Reyes Magos, de la que venís de Oriente a ver si podéis echar unos polvillos mágicos por los puertos de China y que empiece a circular el tema. Para el año que viene tranquilos que ya me apaño yo por las tiendas de mi barrio.

Marta Toledo