Afortunadamente, la presencia de las mujeres en los videojuegos ha ido evolucionando con el tiempo. Pasamos de ser rescatadas, a protagonizar historias; de cuerpos curvilíneos y poca ropa a la defensa de los cuerpos reales; pasamos de la cosificación sexual de la mujer a una verdadera inclusión. 

¿Quién fue la primera mujer protagonista de videojuegos? 

Aunque siempre se nos viene a la mente Lara Croft, la realidad es que ya en 1981 Ms. Pac-Man fue pionera. Con estética pin-up, Nintendo nos vendió a Ms. Pac-Man como una femme-fatale, pero que no dejaba ser la “mujer de Pac-Man”. 

No le tosas a Chun-Li 

En 1986 nace Street Fighter, pero fue en 1991 cuando apareció Chun-Li en la segunda entrega del videojuego de Capcom. Su nombre significa “guapa” en chino mandarín, pero lo que tiene de guapa lo tiene de luchadora. Experta en Kung Fu, fue la primera mujer que apareció en un videojuego de lucha 1 vs 1. Su físico musculoso, no se queda atrás de sus homónimos masculinos y ella siempre está dispuesta a darles una buena tunda, de igual a igual. 

Lara Croft, más allá de sus tetas  

En 1996 sí que llegó Lara Croft y es en ella donde podemos percibir la evolución de la mujer dentro del mundo de los videojuegos. La primera versión era una chica exuberante, sexualizada tanto en la forma de su cuerpo como en su estilo de vestir. Con la llegada de Shadow of the Tom Raider, Lara está preparada para la acción con un físico realista y una ropa adaptada al nivel de sus aventuras. 

Jill Valentine, una policía en minifalda

Mi favorita. También he de confesar que soy una loca de la saga de Resident Evil y Jill es una tía de puta madre. Sale desde el primer juego, aunque elegirla te hacía el camino “más fácil”; a partir de la tercera entrega, Capcom le puso una minifalda y un top palabra de honor, un poco incómodo para salir huyendo del Némesis o enfrentarse a los zombies. Sin tener en cuenta estos detalles de tinte machista, Jill es un personaje brutal y está preparada para desenvolverse en cualquier situación, ya sea con fuerza o con inteligencia. 

Con Resident Evil 3: remake, la empresa japonesa decidió cambiar la apariencia de Jill, para dotarle un aspecto más real. ¿Sabes qué ha pasado? Que han llovido las críticas por dejar de ser “femenina”. Una mujer con pantalones deja de ser femenina, claaaaro. 

Zelda, de dama en apuros a vivir su propia aventura

No es un personaje jugable, pero también ha crecido muchísimo con los años. De ser una princesa de vestido rosa que necesita a un hombre que la rescate del malvado Ganon a lucir un traje de pantalón azul y convertirse en parte fundamental del desarrollo de la historia. 

Aloy, guerrera de espíritu libre

Pedazo personaje. Aloy, de Horizon: Zero Dawn, son palabras mayores. Te sitúo: mundo posapocalíptico, poca vida humana, que se divide en tribus; como enemigo común, encontramos unas máquinas metálicas con forma de animales, a las que las tribus deben hacer frente si quieren sobrevivir. 

Aloy es la líder de una de esas tribus, los Nora. Sueña con viajar y conocer los secretos del mundo que habita. Ella es luchadora, inteligente e independiente, todo un referente a la que muchos jugadores la tacharon de fea y gorda en Forbidden West. Para repartir ostias como panes. 

Ellie, heroína y bisexual 

La más actual y de las más polémicas. Aunque en la primera entrega de The Last of Us, Joel era el protagonista, la trama giraba en torno a Ellie. En un entorno posapocalíptico ella era inmune a un virus, que convertía a la gente en extrañas criaturas caníbales. Tanto en el DLC como en la segunda entrega del juego, ella pasa a ser la protagonista de esta apasionante historia en la que además se muestra abiertamente bisexual. 

Cuando se le preguntó a Bruce Straley, director del juego, sobre la orientación sexual de Ellie, él se mostró tajante: “¿A quién le importa? Un buen protagonista es un buen protagonista. Ellie es una persona capaz, independiente y luchadora”. 

Así se responde.

Aún queda camino que recorrer 

Lamentablemente, en juegos de éxito indiscutible como Grand Theft Auto V, la presencia de la mujer solo sirve para nutrir el cupo de desnudos en clubes de estriptis y para follar en los coches a cambio de dinero; y eso en el mejor de los casos, cuando no te dan una paliza o te meten un tiro la cabeza. 

Sí, aún queda mucho camino que recorrer. 

María Romero