Antes de empezar, me gustaría sugerirte que de fondo te pongas la cancionaca de Sabina Lágrimas de Mármol. Y ahora, hablemos del libro De qué dolor son tus ojos.

¿Qué tendrá la enfermedad que nos hace sentirnos tan vivos?

Ha llegado a mí la oportunidad de dejarme calar por las palabras de una joven promesa de las letras: Noah Higón Bellver. Conocida en las redes como @NH487, Noah se ha lanzado a compartir con todos nosotros sus pensamientos más íntimos, duros, positivos y jodidos sobre su existencia en esta tierra los últimos 21 años de vida (los que tiene).

¿Qué tiene de especial su andadura? Pues verás, mientras tú y yo vamos por ahí lloriqueando por no tener tiempo para responder siete conversaciones de Whatsapp, Noah está secándose sus lágrimas de dolor resultado de su padecimiento de SIETE ENFERMEDADES RARAS.

En De qué dolor son tus ojos, su debut literario, la autora nos presenta en forma de prosa poética las facetas más y menos amables de su deseo por la vida, su disfrute por el camino -aunque este sea jodido a más no poder- y su agradecimiento a todo lo bueno que le ha dado esta vida: su familia (su madre o su yayo por ejemplo).

Noah no ha podido conocer otra realidad que vivir constantemente custodiada por siete anillos de asteroides, como los de Saturno, que siempre están orbitando a su alrededor. Anillos que como se le ocurra despistarse, le meten un meneo de los que casi no se cuentan. Pero ahí está ella, impertérrita, como Saturno.

Lo más bonito de su libro no es solo el cariño que le pone a cada palabra que sale de su puño, que también, si no su perspicacia al hacerte creer que habla desde un dolor cualquiera. Un dolor como el de un corazón roto, y no desde el dolor que solo puede sentir quien se debate entre la vida y la muerte cada año.

Gracias, Noah, por tendernos la mano y ayudarnos a ver más allá de la compasión. Eso, a los que caminamos aquí sin mucha conciencia de lo que se nos ha regalado, nos permite apreciar un poco más cada paso que damos.

Si me quedo con algo después de leer De qué dolor son tus ojos, es con esa visión de que las personas somos mucho, muchísimo más que las cosas que nos pasan. Noah está jodida, claro; su vida está muy condicionada; vale. ¿Y? ¿La de quién no? Ella es capaz de ver más allá y en su libro nos invita a hacerlo a nosotras también. Si ella persigue sus sueños (muchas veces desde una cama de hospital), joder, yo también lo puedo hacer.

Somos mucho más que nuestro sufrir o nuestras condiciones. Somos nuestros sueños y también nuestros miedos; nuestras metas y nuestros momentos favoritos del día. Somos letras de canciones y amaneceres singulares. El abrazo al desolado y la esperanza al preocupado.

Porque sobre todo somos resistencia.

Me gustaría plantearte aquí las dos grandes preguntas que sus textos me han inspirado:

¿Qué miedo fue el que te hizo sentir valiente?

¿Qué pena fue la que te hizo sentir fuerte?

El libro de Noah, lejos de ser una oda al positivismo de arcoíris en pleno huracán, es una oda a la inspiración.

Noah, no nos faltes. En un mundo con tanta gente dispuesta a gritar guerra, necesitamos a gente como tú capaz de inspirar paz.

No dejéis de leer De qué dolor son tus ojos (lo podéis comprar aquí). Ya lo agradeceréis (podéis seguirla en @NH487).

@tengoquenayque