Mi dedo pulgar va dándole toquecitos a la pantalla mientras mis ojos van proyectando en mi retina una imagen detrás de otra. Ahora un atardecer en Lisboa, una tarta de queso con su frambuesa perfectamente colocada junto a la hoja de menta, una cara con orejas de gato, un beso enamorado, una hamburguesa grasienta escupiendo kétchup por todos lados, que si otro atardecer, una viñeta cómica, otra cara ahora con orejas de conejo… una risita a mi lado hace que despierte de mi monotonía vespertina y levante la vista del teléfono móvil:
- ¿De qué te ríes?
- No, de nada, de nada.
- Va, cuéntamelo.
- No, que no te va a gustar.
Un solo gesto de mi expresión facial hace que retire su teléfono móvil y me responda otra vez con un: ¿Qué hago, me salgo del chat?
Y ¿por qué no?
Cansada me vuelvo a zambullir en la atractiva y repetitiva vida de las personas.
Y ¿por qué no?
Cada día reciben decenas de imágenes de mujeres desnudas, de vídeos X con escaso gusto por la estética, de chistes sobre matrimonios donde la mujer siempre es el blanco de las risas, de memes ridiculizando la lucha feminista, porque, ya sabéis que somos unas exageradas. ¿Qué hago, me salgo del chat?
Pues sí, aunque si lo preferís, podéis optar por no contestar a esos mensajes o, incluso, podéis criticarlos. Seguiréis teniendo las gónadas en el mismo sitio, prometido. Pero hay algo que les frena a hacerlo y que expresado en palabras sería algo así como ¡vaya calzonazos!, ¡maricón!, ¡si solo son un par de tetas, cabrón!…
Solo un par de tetas, solo un culo cansado de hacer sentadillas, solo una esposa fregando platos desnuda, solo un meme sobre las 70 cosas que sabemos hacer: el 69 más cocinar…solo una violación cada ocho horas en España, solo 7 mujeres asesinadas en 23 días, solo casi 1000 en 15 años… No, no son solo un par de tetas.
Es la cosificación de la mujer más extendida y aceptada por la sociedad. Esas imágenes, esos vídeos, no solo se quedan en la memoria de vuestros Smartphones, sino que quedan grabadas en los cimientos de una sociedad inmadura donde actos sumamente machistas no son, ni siquiera, reconocidos.
….Una risita a mi lado hace que despierte de mi monotonía vespertina y levante la vista del teléfono móvil:
- ¿De qué te ríes?
- Mira lo que le hace este gato al perro.
- ¡Jajaja! Pásamelo que se lo mando a éstas.
- Voy.
Violeta Noguera
@violeberry