Sí, sí, literal. Sobre todo si eres una vaga como yo a la que le cuesta ponerse a limpiar las brochas por la pereza que dan y lo acaba dejando pasar hasta que es indispensable. Porque si eres de las que usa 30 brochas diferentes cada vez que te maquillas, sabes que el día que te pongas a limpiarlas vas a tirarte media tarde, y otra media para que sequen. Pero YA NO MÁS.
OJO A ESTO

¿Me explicáis la maravilla? Coges tu brochita, la enganchas al mango (que se adapta según dicen a todas las brochas del mercado), llenas un bol de agua y echas un poco de producto limpiador. Entonces le das al botón y la brocha se pone en modo batidora como loca. Y para secarla, basta con unos segundos de hacer lo mismo pero fuera del agua.
Por si no os fiáis, las opiniones en Amazon son todas positivas y la peña flipa con el invento. En cuestión de segundos y sin manchar nada tienes la brocha limpita, seca y lista para usar.
La inversión además no es exagerada. En Amazon lo tienen por 19€ y si funciona tan bien como dicen, me parece hasta barato. Tienes modelos más caros, pero chica, pa’ qué gastar si todo el mundo dice que es estupendo el barato.