Me gustó mucho la primera temporada de El Xef, el programa que la cadena Cuatro dedica al famoso chef español David Muñoz o Dabiz Muñoz o como coño sea, y aquí que he vuelto a engancharme a la segunda temporada. Mientras veía el programa, durante una de las pausas publicitarias, me dio por entrar a cotillear la cuenta de Instagram de Dabiz. Sinceramente, esperaba encontrarme más cocina, pero me encontré una cuenta dedicada a su persona, como la mía más o menos, rollo «ahora estoy en Londres, ahora voy a la tele, ahora le doy un beso a mi mujer…». Bueno, pues estupendamente.

Siempre me ha dado un poco de perecita esta pareja, la verdad. Se quieren tanto que aburre. Pero tampoco me da por quejarme como si estuvieran haciéndome daño a mí personalmente. Tampoco son la única pareja del mundo que me aburre por las redes sociales, que no hace falta ser superfamoso para dar la brasa. Y, evidentemente, no me llevé ninguna sorpresa al comprobar que no soy la única persona a la que esta pareja tan mediática le aburre un pelín. Eso sí, yo sí que debo de ser es la única persona en el mundo que no necesita insultarles en su cuenta de Instagram, o dejarles mensajes cargados de mierda de la buena, solo porque a ellos les gusta compartir sus fotos la mar de felices.

https://www.instagram.com/p/B1qTjvjCkvQ/

A día de hoy, por muy triste que parezca, no es noticia que un infraser se dedique a comentar en la cuenta de cualquier persona mínimamente relevante con el único interés de meterle mierda: das asco, eres fea, ojalá te mueras… son frases que se han convertido en «lo normal» en las redes sociales. A mucha gente no le cabe en la cabeza que este tipo de gente exista. A mí sí. Por fortuna o por desgracia he acabado aceptándolos. Igual que hay gente maravillosa en el mundo, tiene que haber gente que son basura. Punto. No le busquéis más explicaciones.

Lo que me hace una gracia de mearme encima es imaginarme a esos trollecillos, en sus casas, que igual estaban viendo El Xef igual que yo, y en una pausa publicitaria dijeron «voy a reírme de este, que es un puto pringado, ahí con su cresta, qué se cree, un gallo». Y se metieron a su cuenta de Instagram y le regalaron perlas como:

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Qué vergüenza sacar tu cocina sin recoger por la tele, seguro que tampoco te habías puesto muda limpia.

La señora que no soporta que no aparentes ser lo que no eres, como ha tenido que hacer ella toda la vida y por eso ahora ha terminado así.

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Me meto a tu cuenta a criticar a tu mujer, de hombre a hombre.

Da igual que la cuenta de Instagram sea de un hombre. Siempre va a haber un hueco para el pichaseca que tiene que criticar a una mujer por su forma de vestir y encima argumenta que si se viste así está obligada a aceptar tanto las críticas buenas como las malas, porque decir «no sabes vestir porque enseñas todo» es una crítica muy válida, muy bien argumentada, y que tiene total cabida y aceptación en el mundo de la moda.

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Expertos en relaciones y brujas Lola

No nos la dais, Dabid y Pedroche. La gente sabe perfectamente que vuestra relación no funciona. No os esforcéis en mostrar lo mucho que os queréis porque está claro que dentro de tres años estáis los dos en el Sálvame Deluxe poniéndoos a parir.

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Eres muy poca cosa para esa MUJER

La relación de Dabid-Pedroche está claramente descompensada porque ella está demasiado buena y él solo es uno de los mejores cocineros del mundo. Atención también al comentario del enano y la fantoche, al más puro estilo rancio de Jiménez Losantos: pongámosles motes de la risa que suenen como su verdadero nombre y así se sentirán ridiculizados. Seguro que sí. Estarán llorando todavía.

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Never forget body shame

Hay un mono titi que tiene un mensaje para ti:

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Yo soy la primera que, por muy enganchada que esté a el programa El Xef (que me tiene fascinada, me encanta ver la pasión de un genio que vive tan intensamente su trabajo y los procesos de creación de sus platos), siente mucha perecita por Dabiz. Pero amigas, debo de tener dos dedos de frente o algo, porque nunca se ha pasado por la cabeza ir a sus redes sociales a decírselo. Porque también se me ha pasado por la cabeza que una persona tan volcada en su trabajo como Dabiz debe de ser muy de tirarse dos horas en el sofá a leer comentarios del Insta.

¿Y qué sentirán esas personas que sí se lo dicen? Que sienten la necesidad de meter mierda sobre su trabajo, sobre su mujer o sobre su relación, y se quedan tan a anchas. ¿Se llegarán a creer, aunque solo sea por unos segundos, que son mejores que Dabid Muñoz porque tienen la cocina más limpia que él? ¿Sentirán alivio moral al señalar que su mujer enseña culo de más? ¿O, por el contrario, estarán actuando por puro instinto, aquel que lleva a cualquier animal que se siente inferior ante otro a aparentar ser mucho más fiero para disimular lo amenazados que se sienten, como esos perros de vieja que no paran de ladrar a cualquier persona, animal o cosa que sea cinco centímetros más grande que ellos?

Foto destacada

Todas las fotos (menos la del mono titi) han sido extraídas del Instagram de Dabiz.