Antes de que se pusieran de moda, mi predilección siempre ha sido hacia los barbudos. No lo puedo evitar. Pero gracias a que el amor a lo barbudo se ha extendido (al menos por el momento) me encuentro con más hermosos hombres con bellas barbas. Y esto también ha llegado a más medios, entre ellos a las series de televisión para gozo y disfrute nuestro.
Hay series que, en sí mismas, son una oda al «barbismo» y hay otras que de, forma discreta, tienen a algún barbudo que me ha ganado el corazón y el todo.
Hay más, sí. Pero algunos de los barbudos que me quitan el sueño y me provocan sueños son estos:
Anatomía de Grey
Ya hace temporadas que dejé de ver esta serie (Meredith es gafe y punto. #stopdramasporfavor) pero alguna temporada resistí sólo por él: el Dr. Owen Hunt (Kevin McKidd) Tan pelirrojico, tan fuerte, tan bueno, tan barbudo, tan atormentado… Confieso que con él he sufrido por sus traumas, por sus conflictos amorosos. Pero sobre todo, con él he deseado encontrarme en el ascensor y que me agarrara fuerte. ¡Quién fuese Yang, copón! Ese primer morreamiento que tuvo con Christina con los ventiladores moviéndoles las batas se me ha quedado guardado para siempre. (Ojo, para ver a McKidd también en Roma).
Juego de tronos
Quienes amamos las barbas bien puestas aquí tenemos para elegir. ¡Dame bien de fantasía medieval y las melenas y barbas afloran!
Sé que hay muchos que ven a No sabes nada Jon Snow (Kit Harington) y se les derrite hasta Invernalia. Pero para mí la cara triste no se la tapa ni la barba. Ha pasado demasiado tiempo más allá del muro o algo, porque el pobre tiene cara mustio (más bien de pescado congelado) que le dura hasta estando con la pelirroja.
Pero, afortunadamente, esa época era de donde hay pelo hay alegría y hay buenos mozos en la serie. Nos duró poco, pero el Khal Drogo fue un antes y un después. Esa barba trenzada y la raya en el ojo estuvo muy bien defendida por Jason Momoa. Que cuando se ablandó y soltó “mi luna, mis estrellas” a Daenerys aumentamos el número de peliblancas y nos quisimos poner De la Tormenta de segundo nombre. Qué señor más grande, qué brutico era y qué majo terminó siendo. Al final de las escenas de Drogo aplaudíamos. Sí.
Ahora está el segundo Daarios Naharis (Michiel Huisman) que muy bien todo. Pero al leer el libro yo me imaginaba su barba grande y azul. Una melena de sireno (ay, poco a poco está llegando la moda de los pelos de sireno a la calle ¡viva!). Pero bueno, no ha podido ser.
El ministerio del tiempo
Soy ministérica, así que tenía que nombrar a Julián (Rodolfo Sancho). Otro muchacho atormentadete pero que de vez en cuando trata de soltar una gracia o un chiste malo y, qué quieres, pues va conquistando. Además, hay que decir que qué barba más bien puesta y qué media sonrisa va poniendo el mozo.
Ahora Hugo Silva ha entrado a la serie con bigotazo y estilo ochentero y con un personaje tan majo como Pacino. Así que estoy esperando que le pongan una buena barbaza para que mi felicidad sea total.
Vikings
Pero el paraíso de los hombres barbudos (bueno, el Valhalla) es Vikings. Una maravilla de serie (por la serie en sí y sí, por ellos también).
¡Demos gracias a Odín! Amor total y absoluto a los nórdicos. Gran parte de la culpa del calentamiento global con sus descongelamientos lo tienen estos hombres, que van calentando fiordos con sólo quitarse la camiseta llenica de sangre.
Ahí está, Ragnar Lodbrok (Travis Fimmel) que con una mirada, te embaraza. De anunciar calzoncillos de Calvin Klein a pasearse por Escandinavia haciendo temblar úteros.
A este hombre le quedan bien las trenzas, los medio rapamientos o el rapado entero. Con su barba rubia y con la mirada más turbia de la televisión, con un parpadeo te deja satisfecha para un mes. ¡Vayamos a Kattegat de excursión!
Y sí, ÉL: Rollo (Clive Standen). Qué maravilla, qué bien puesto todo. Sus tatuajes nórdicos, su melena, su BARBAZA (que puedes y quieres agarrar con fuerza).
Oh, querido Rollo, eres la fábrica de feromonas del mundo. Y, tus conflictos, tus fallos y motivaciones, te hacen un personaje maravilloso. Y eso sí, cuando sonríes. Ay, cuando sonríes, Rollo… ¡Adiós, bragas! ¡Agradezcamos a los dioses todo tu ser!
