Hoy rastreando fotos por instagram, soy una autentica adicta a pasarme horas cotilleando, encontré una cuenta de “confesiones” de Victoria Secret. Vale, lo confieso, estaba mirando lencería de la marca aunque sé que en sus tallas no cabe ni una teta mía. Volviendo al tema, por si nunca habéis visto lo de las confesiones consiste en perfiles que suben una foto con una fraseopinión de un fan.

Pues yo estaba leyendo algunas de las confesiones, viendo los hachazos crueles que les meten a las modelos cuando me encuentro con esta  foto:

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Aquí yo ya me he perdido, porque no entiendo de dónde saca la persona que haya hecho esta “confesión” que la tal Taylor (o Pepita o Marta o cualquiera de esa foto) que se ve algo gorda. ¿Gorda de qué? Yo así a ojo, sin pensar mucho, le calculo como mucho una 34 -36 de talla. Y hasta donde yo sé eso no es una talla grande ¿no? Porque por esa regla de tres diríamos que las chicas con una 36-38 son obesas, entonces el mundo está plagado de gordas, somos el foquiworld.

Otra cosa que me chirría es lo del Photoshop. Unas luchando por la naturalidad, por ser nosotras mismas sin peros ni retoques y otras exigiendo Photoshop en un grupo de modelos que salen estupendas. Lo sé, llevan un fitraco de la leche aunque el «fan» diga que necesitan más, vamos, que quiere un dibujo en vez de una foto. 

Yo es que me indigno mucho, soy de las que como me dejen un mechero incendio algo de la mala leche que concentro, pero este tipo de cosas no las entiendo. No creo que la modelo lo llegue a leer, pero cuántos casos de anorexia tiene ya esa profesión como para que encima los fans vengan a ayudar a que haya más.

No se debe juzgar el cuerpo de nadie, sea del peso que sea, no existe ningún pretexto para poder hacerlo. Como diría mi santa madre, no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.

Autor: Chunga Desteñida.