Paseando por la calle puedes darte cuenta de que las personas con las que te cruzas se dividen en dos grupos: las que tararean y las que silban, y aunque hagan las dos cosas, siempre habrá una que prime sobre la otra.

Seas de lo que seas, silbido o tarareo, debes saber que ambos tienen sus ventajas

  • Tararear puede ser muy romántico: estás sentada en el sofá y tu alguien especial se acerca por detrás y te abraza mientras te tararea al oído, casi como un susurro, una canción que, aunque no tienes ni idea de cual es, te parece la más romántica del mundo… y mueres de amor.

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  • Si eres de los que tarareas por la calle mientras escuchas tu música favorita, que sepas que le estás haciendo un favor a tu vida social. ¿Por qué? porque tal vez un día mientras esperas a cruzar la calle y estés tarareando con voz de pito esa canción a cuyo tono nunca llegas, tengas a tu lado a alguien a quien le encanta esa melodía y con quien puedas formar un dúo improvisado.

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  • Si eres de los que prefieres silbar sabrás que gracias a eso, ese amigo que está al otro lado de la calle – ese cuyo nombre has voceado y ha hecho girar a toda la calle menos a él-, se girará en cuanto le des un silbidito como es debido.

 

  • Si tienes un amigo que está en líos o no sabe que hacer siempre le podrás decir Dame un silbidito y luego seguir tarareando la canción porque nunca jamás te la llegaste a aprender entera.

 

…Pero también sus inconvenientes

  • Si quieres devolver a tu pareja, o lo que sea, ese gesto tan especial del que hemos hablado antes, ese de acercarse por detrás…no cambies el tarareo por el silbido porque del susto que le das, le puedes traumatizar de por vida.

 

  • No silbes a todo el mundo que conozcas y que veas a lo lejos, son tus amigos, no tu perro.

 

  • Ojo con motivarse tarareando…porque hay un límite muy estrecho entre el tarareo y el cantar con letra inventada a grito pelado en mitad de la calle emulando a Beyoncéb

 

  • Si no sabes silbar, no silbes. Ni lo intentes, por lo menos no en público, porque lo único que puede salir de tu boca es un soplido, mucha baba y ese chicle de fresa que no has podido retener en la boca.
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No lo hagas, de verdad.

Así que si eres de los que prefieres silbar, ten a mano a alguien que tararee para que te amenice los pasos de cebra…y si por el contrario, prefieres el canturreo imperceptible, acércate a ese amigo que tan bien silba y que tantos taxis te facilita…porque algo bueno tiene esto es que lo que no tiene uno, lo tiene otro…y eso, une mucho.

leo