Las mascarillas faciales son, sin duda, una gran ayuda para mantener la piel bonita. Pero el problema es que bien porque no encontramos el momento, porque creemos que las que hay en el mercado son caras o simplemente porque somos unas vagas, acabamos por no aplicarlas. Pues bien, no hace falta gastarse un pastón ni complicarnos la vida, si como yo os cuesta seguir este ritual, os dejo tres ingredientes de estar por casa con los que hacer unas mascarillas muy sencillas, baratas y aptas para todo tipo de pieles, porque las vagas también tenemos derecho a una piel bonita.

Plátano

Fuente de vitaminas, magnesio y ácido fólico entre otras tantas características, con esta mascarilla lo que vas a hacer es nutrir la piel. Solo tienes que coger un plátano maduro, si es muy grande, usa solo la mitad. Colócalo en un cuenco y aplástalo con un tenedor hasta que quede como un puré. Extiéndelo por el rostro y déjalo actuar unos 15 minutos. Aclara y listo.

Nota: No os asustéis por la apariencia, ya sé que no dan muchas ganas de ponerte esa papilla en la cara, pero de verdad que no es para tanto y lo agradeceréis.

Avena

Mi compi Fredi ya habló de las maravillas de la avena, así que no voy a añadir nada más. La avena es maravillosa y lo es aún más para nuestra piel. Lo único que tenéis que hacer es moler los copos de avena y echar agua hasta que se forme una pasta. Extiéndela  sobre la piel mojada con movimientos circulares. Deja actuar durante 5-10 minutos y aclara. Lo bueno de esta mascarilla es que también hace la función de exfoliante, todo un 2 en 1 que te dejará la piel libre de impurezas y suave, muy suave.

 

Aguacate

Fuente de Vitamina E y D, minerales, magnesio o calcio, es el complemento ideal para eliminar las células muertas y puntos negros, hidratar, aportar elasticidad a la piel, estimula la formación de colágeno…¿necesitáis más? Aquí se sigue el mismo proceso que con el plátano: quita la piel, -lo podéis triturar con la batidora si se os hace más fácil, pero yo es que por no limpiar.- aplástalo hasta que quede un puré. Hay quien añade limón, pero yo prefiero solo usar aguacate, aunque eso ya es cuestión de gustos. Extiéndelo por el rostro y déjalo actuar unos 15 minutos.

 

 

Como veis, más fácil y barato, imposible.