Pleno invierno, un frío que pela, camisetas térmicas y botas peludas pero ¡oh! ¡qué ven mis ojos!, en mis tiendas favoritas lo único que me ofrecen son bikinis y pareos que me recuerdan que no tengo tiempo ni dinero para irme al otro lado del mundo donde ahora mismo es verano. Maldita colección crucero.
* Tesco.
Por si como yo no sois unas grandes entendidas de la moda y sus orígenes, os diré que el término ‘colección crucero’ viene de la época en la que los ricachones de turno huían del frío invierno para refugiarse en destinos calentitos como el Caribe. Para satisfacer sus necesidades las marcas fabricaban ropa de entretiempo y la colocaban en las estanterías al lado de gorros y bufandas. En realidad no sé porqué hablo en pasado, estaréis hartos de ver como actores y modelos se pasean por las playas de Waikiki en pleno febrero mientras tú, revista en mano, intentas que no se te salgan los pies de debajo del edredón.
* Asos Curve.
A día de hoy este concepto está tan universalizado que ya no vive solo de millonarios. Gigantes low cost como Primark son los primeros en lanzar bikinis y toallas en febrero. De hecho os diré que los bañadores más bonitos que tengo los compré en invierno. Más adelante es complicado encontrar talla o diseños molones.
A mi desde luego estos diseños me han puesto los dientes largos y han conseguido que me imagine en la cubierta del crucero bebiendo un Sex on the Beach con doble de vodka. ¿Os atrevéis con unas compritas veraniegas en pleno invierno?
