Nacida en Tokyo, criada en Marbella (sí, Marbella) y ahora a caballo entre Londres, NYC y otras mecas de la moda, Naomi Shimada es una de mis curvy bloggers/models favoritas. Su padre es japonés y su madre medio irlandesa, medio canadiense, medio holandesa, y ya sabemos que las mezclas funcionan. Rasgos asiáticos pero cuerpo contundente, aunque no siempre ha sido así. Naomi comenzó su carrera como modelo convencional, pero según sus propias palabras, se cansó pronto de no poder hacer nunca lo que más le gusta en el mundo: comer.
Y se pasó al lado oscuro de la moda, ese al que se pasan todas las modelos que no quieren pasar hambre y que gracias a una lenta evolución es cada vez menos oscuro. Desde entonces, Shimada ha protagonizado decenas de campañas y comparte sus vivencias en un blog que aunque actualiza poco, recomendamos desde aquí.
Si llegados a este punto todavía no te suena es que no eres clienta frecuente de Asos Curve, y es que Naomi Shimada es una de las modelos que lucen los trapitos de la marca esta última colección. Trapitos como este vestidazo que me hace ojitos, pero cuya talla más pequeña es la 48 (20) y ya sabemos cómo se las gastan en Asos Curve con las tallas. Vamos, que me olvido, que será enorme y que a Naomi le habrán puesto dos decenas de pinzas en las fotos para ajustárselo, porque sino no me lo explico.
Dicen de ella que es todo un cerebrito, que le encanta cocinar y que lo que más le gustaría es montar su propia línea de ropa. Ojalá lo haga pronto, y es que además de tener esa belleza exótica que tanto me gusta, tiene un estilo super peculiar que la diferencia del resto y que tiene un toque tan ‘cool’ que la hace irresistible. Si queréis seguir sus peripecias, la mejor forma de no perderla de vista es seguirla por twitter.
