La mayoría de vosotras ya conocéis los términos «thrift store» o «charity shop» gracias las instagramers británicas que cada día nos deleitan con sus adquisiciones a precio de saldo. Ambos términos hacen referencia a las ya conocidas tiendas de «segunda mano«, espacios anteriormente denostados que cada vez tienen mayor presencia y aceptación en España.

Ha costado años erradicar tópicos y estigmas asociados a la segunda mano (las que lleváis años comprando en este tipo de tiendas estaréis hartas de escuchar comentarios escatológicos al respecto) y pese a que por fin lo estamos consiguiendo todavía carecemos de una escena tan potente como la que hay a nivel internacional.  He escrito esta entrada con consejos básicos sobre el «thrifting» intentando aportar mi -pequeño- grano de arena al respecto así que… ¡Ahí van algunos puntos clave!

1. Ten una ruta establecida. No te limites a los rastros o mercadillos de tu ciudad. Las tiendas de caridad (Reto o Remar son algunas de las más conocidas en nuestro país) de los pueblos suelen ser las más interesantes porque tienen menos afluencia y más tesoros por descubrir. Solo necesitas un coche y un par de amigas dispuestas a pasar una tarde de compras a lo grande.

2. Vete acompañada. Las «charity shops» suelen ser un caos (como podéis comprobar en las fotografías) y a veces resulta complicado encontrar algo que merezca la pena. Recuerda el dicho «cuatro ojos ven más que dos». La experiencia me dice que hay personas acaparadoras que quieren arrasar con media tienda por lo que, en lo personal, prefiero ir acompañada de amigas con las que no comparto talla o estilo.

3. Ponte cómoda. Para una tarde de thrifting debes buscar un outfit cómodo y sencillo que incluya un bolso grande y espacioso para no ir cargada de bolsas. Ten en cuenta que debes echar la ropa a lavar nada más llegar a casa para evitar los ácaros y el polvo, comunes en este tipo de lugares.


4. No mires la talla. En las tiendas de segunda mano puedes encontrar ropa de todas las épocas y, como es obvio, el tallaje ha variado a lo largo de las mismas. Las prendas de los sesenta, por ejemplo, tallan muy pequeño (yo suelo utilizar una 42 y mis vestidos de esa década llegan a la 48) mientras que las americanas de los ochenta suelen tener un efecto oversize.  El thrifting es un gran aliado de las chicas Loversize ya que las tallas grandes tienden a abundar más que las pequeñas.

5. Ten perspectiva. ¿Esa camisa de ahí es demasiado hortera para tu día a día? Probablemente sí pero quizás pueda servirte para ese disfraz de Mary Poppins que siempre acabas posponiendo por falta de presupuesto. Carnaval es el momento perfecto para ir de mercadilleo y ahorrar dinero evitando caer en el típico disfraz que lleva todo el mundo.

6. ¡Abajo el egoísmo!. Ten en mente a tus amigos, familiares o pareja. Nosotras encontramos estos zapatos al más puro estilo Lolita japonesa que si bien no pegan en absoluto con nuestro estilo sí hicieron las delicias de una amiga.

7. Examina la prenda antes de comprar. Es habitual encontrar ropa agujereada, rota o con manchas que no se ven a simple vista así que es importante comprobar el estado de la misma (yo me he llevado muchas sorpresas desagradables al llegar a casa después de una larga jornada de mercadilleo).

8. Mira las etiquetas. En las tiendas de caridad puede haber grandes tesoros escondidos, ropa de firma que todavía sigue teniendo valor en el mercado. Una de mis amigas encontró un bolso de Prada por dos euros y sé de buena tinta que no es un caso aislado.

9. ¡No acumules!. Todos tendemos a comprar cosas innecesarias en este tipo de superficies, los precios (que rara vez superar los cinco euros) y el impulso del momento pueden acabar en un armario repleto de ropa imponible.

10. No te limites a la sección de ropa. Libros antiguos, vinilos o muebles en perfecto estado son sólo algunas de las maravillas que te están esperando.

Y recuerda. En una época en la que todas vestimos de las mismas grandes cadenas es difícil desmarcarse con prendas originales y las «charity shops» son la opción más ecónomica para conseguirlo (además de ser una estupenda forma de reciclaje).

 Y tú, ¿sueles comprar en tiendas de segunda mano?.