¿Quién no ha intentado nunca hacerse con el eyeliner PERFECTO?
Encontrar un buen eyeliner a veces puede parecer misión imposible. Sobre todo por la variedad de formatos que existen: en crema, en formato líquido, en rotulador, de punta pincel o en lápiz.
Para mí, los más cómodos de utilizar son los eyeliners de rotulador o de punta pincel. Super fáciles de usar, no necesitas de un pincel a parte para poder hacerte el delineado y, al acabar en punta, me resultan mucho más cómodos a la hora de hacerme el rabillo del ojo bien definido.
¿Quién podría resistirse entonces a probar el PERFECT SLIM EYELINER de L’oréal?
Según la marca, se trata de un perfilador líquido con punta en formato rotulador extrafina y de alta precisión para un trazo preciso, intenso y modulable. Gracias a su forma ergonómica, promete una aplicación fácil y rápida de una sola pasada, y unas líneas perfectas sin esfuerzos.
¿Mis impresiones?
La punta es bastante firme en la base pero se va haciendo un pelín más blandita al llegar a la punta, perfecta para hacer un trazo firme y de una sola pasada. A simple vista parece una punta bastante afilada, pero a la hora de hacer el rabillo a mí me cuesta bastante que me quede todo lo fino que me gustaría (aunque siempre puedes tirar de un bastoncillo impregnado en agua micelar e ir corrigiendo poco a poco).
La fórmula es extra negra y, aunque en un principio queda un negro satinado, seca en mate.
La duración es bastante alta y no se corre, pero solo si lo dejas tranquilito en su sitio. Si eres de las que se tocan mucho los ojos huye de él, ya que con nada que lo roces se desvanece con facilidad.
Es super fácil de desmaquillar. Una pasada con un algodón y un poco de agua micelar y fuera.
¿Me ha gustado?
Quitando que no es aconsejable que lo roces mucho si quieres llevarlo horas intacto, me parece un eyeliner muy fácil y cómodo de utilizar. Queda super negro y muy bonito en el ojo. No tiene la punta todo lo fina que me gustaría pero, como no soy de las agraciadas con ese don divino de hacerse el eyeliner a la primera, no me molesta tener que corregir un poco con un bastoncillo.
