Dudo ser la única que pasó por una etapa de estar totalmente obsesionada con las cámaras instantáneas. Me enamoré de una de ellas a los 17 años cuando en el cumpleaños de una amiga sacó una cámara y nos hicimos una foto todos juntos. Quizás esa sensación de necesitar esa cámara venía por el sentimiento de poder grabar un recuerdo y tenerlo en la palma de tu mano, en forma física en ese mismo momento. También puede ser que tenga totalmente romantizado el asunto, pero a mí se me quedó en la cabeza que quería una.

Mi novio, que tiene el cielo ganado conmigo, decidió regalarme por mi cumpleaños una de estas cámaras, pero con una peculiaridad: también era digital. Así fue como pasó a mis manos la Polaroid Snap.

 

Tengo muchas cosas que decir de esta cámara, pero primero os voy a describir un poco cómo funciona. Es una cámara digital con la cual puedes imprimir tus fotos. Tiene una pantalla, la cual se abre para insertar el papel. Su tipo de impresión es térmica así que no te debes preocupar por la tinta ni debes esperar a que se seque. Junto a este papel de foto (el cual suele ser adhesivo por la parte posterior) viene un cartoncito azul, el cual calibra los colores. Para empezar a utilizarla simplemente se debe configurar (nada del otro mundo, idioma, fecha, hora…) y directamente puedes hacer fotos e imprimirlas. Además también cuenta con conexión bluetooth y mediante una aplicación puedes imprimir las fotos de tu galería.

Hasta aquí la parte técnica, ahora vamos a lo importante: ¿cómo es usar esta Polaroid? Debo decir que si lo que esperas es una cámara profesional ya puedes dejar de leer. No es una cámara con la que puedas ajustar cosas como la velocidad de obturación o el ISO. Para eso mejor que busques una cámara que se ajuste a tus necesidades. 

La pantalla es algo pequeña y el brillo se puede ajustar, pero la calidad de imagen tampoco es una maravilla. Una vez haces la foto puedes decidir si imprimirla o dejarla en la galería de la cámara. Es importante saber que también tiene ranura para una tarjeta sd, así que el espacio en principio no debería ser un problema. Además, también hay que tener en cuenta que cuando imprimes desde la galería de tu móvil los colores no saldrán exactamente iguales que en tu pantalla.

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Llegados a este punto estaréis pensando “Pero Rocío, si no es una cámara en la cual pueda toquetear ajustes más técnicos, la calidad de la imagen no es la mejor y cambia ligeramente los colores en la impresión…¿para qué la quiero?”

Pues muy simple, porque esta cámara sirve para hacer un homenaje al paso del tiempo. Es perfecta para captar esos momentos inolvidables con la gente a la quieres sin que te dé tiempo a pensar en si entra mucha luz, poca luz, si está en HD… No, simplemente haces la foto y ahí estará para siempre, ayudándote a recordar lo que realmente merece la pena.

Rocío

 

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