Si eres fan del sushi y te apetece probar algo diferente, pásate por calle de Segovia (número 8, Madrid) y echa un vistazo a la carta de Sushi Yakuza, un restaurante a rebosar de neón e inspirado en la gastronomía japonesa… con un toque diferente.

Nosotros reservamos antes de ir y, aunque hay varios repartidos por Madrid, el que más nos gustó fue este por la estética. Neones rosas, lilas, enormes boca abiertas de color rojo, etc. Era como haberse colado por una grieta y haber caído en una película futurista.

El trato en todos ellos ha sido maravilloso, eso sí. La verdad es que salimos contentísimos cada vez que vamos y no solo por la atención: la comida es espectacular. Llena bastante aunque parezca que no, así que pedimos platos para compartir. Recomiendo MUCHÍSIMO los coquitos de salmón y cualquiera de las gyozas que sirven. Si además quieres beber algo, los cócteles son geniales y bastante grandes. El de violeta con gin y sirope de arándanos me F L I P Ó.

El broche lo pusieron los baños. Sí, los baños. Se me ocurrió ir porque una llevaba ya un rato bebiendo y no quería ningún accidente por la calle, lo normal. Pues bueno, cuando llego veo en la puerta un botón rojo que pienso, intuyo, creo que es el de la luz y le doy.

Y se formó la gozadera.

De repente se me enciende todo en un azul medio lila que parecía sacado de una fiesta de Euphoria y empieza a sonar un musicote que bueno. Por poco me subo el cóctel para arriba y me apalanco allí hasta que cierren. Yo flipando con todo, la música sonando a todo lo que le daba, las paredes llenas de pintura que se encendía en la oscuridad. La verdad es que fue una pasada y después de aquello la gente se fue animando a ir de visita a los baños.

Si queréis echaros una risas y probar algo diferente pasaos por allí en cuanto podáis.

 

ANA G.A